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Nuestras Conversaciones, el blog de Gonzalo Prieto

DESCENTRALIZAR PARA AVANZAR

DESCENTRALIZAR PARA AVANZAR

El desarrollo regional es un proyecto regional”

Patricio Aylwin Azocar, Presidente de la República de Chile 1990-1994

Campaña presidencial en 1989 en la ciudad de Concepción capital de la Octava región del Bío Bío.

 

La frase antes descrita es muy clara, si no son las propias regiones las que construyen un proyecto político que avance de manera sistemática a un proceso de regionalización en Chile, donde la descentralización sea no sólo política sino también económica y social, no podremos esperar nunca que desde el centro del poder se realicen cambios sustantivos en la materia.

 

Por ello las movilizaciones de la región de Aysén deben ser fortalecidas desde todas las regiones del país, porque sin lugar a dudas son la punta de lanza de un movimiento no sólo regional, sino nacional por la regiones. He señalado en ocasiones anteriores la necesidad de descentralizar Chile, los argumentos son de diversa índole, pero lo que podamos decir en términos teóricos sobre lo bueno que es defender nuestro punto, hoy cumple un rol de segunda línea – pero no significa que no importe – dejando como motor principal del cambio a la fuerza de los ciudadanos que se reúnen en torno a un objetivo común: mejorar las condiciones de bienestar y calidad de vida para sus territorios.

 

Muchos pensarán o preguntarán abiertamente, ¿por qué Aysén?, ¿ellos deben tener privilegio sobre otros?, ¿Dónde queda la igualdad entonces?. Las respuestas a éstas preguntas las encontramos en el análisis objetivo de la desigualdad territorial de nuestro país. Un país excesivamente centralizado que traslada todas las oportunidades, económicas, sociales, educacionales, culturales, entre otras a ciertas ciudades del país, principalmente a su capital. Un criterio sin duda que responde a las más antiguas lógicas de hacer prevalecer un Estado unificado que no reconoce diferencias, ni cualidades. Todos somos chilenos por igual. Aquella es una frase hecha, pero sin contenido alguno, prueba de ello la podemos encontrar en una serie de datos que comparan el PIB, los niveles educacionales, las tasas de morbilidad, el desarrollo tecnológico, la creación de capital cultural, las infraestructuras.

 

Estamos incubando un sistema político y económico que no sólo divide a las y los ciudadanos entre clases, también las divide según dónde viven, y esa segregación es la que termina por estallar en movimientos sociales que buscan equilibrar la balanza y luchan por defender derechos políticos y sociales para sus territorios.

 

Quienes pensamos en las regiones y tenemos un compromiso con ellas, no podemos dejar de estar ausentes desde todos los frentes para apoyar a Aysén. Porque al apoyar la causa noble de una de las regiones más extremas de Chile, estamos apoyando a todos los chilenos, a su derecho a vivir dignamente no importa donde elijan vivir. No se trata de privilegios, sino de igualdad de oportunidades a partir del reconocimiento de las diferencias.

 

Hoy todos somos Aysén, porque todos somos Chile.

 

Pincha aquí petitorio del movimiento.

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