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Nuestras Conversaciones, el blog de Gonzalo Prieto

LAS RARAS ENCUESTAS DE TARAPACA

LAS RARAS ENCUESTAS DE TARAPACA

 

Las encuestas en política cumplen varios objetivos, uno de ellos es eminentemente político. Reducen la información y esta se utiliza como propaganda beneficiando a unos u otros. No obstante sabiendo que la técnica de investigación se usa para este y otros fines, una encuesta con cierto rigor debe cumplir algunos requisitos.

 

Uno de los requisitos necesarios para realizar una encuesta es definir el tamaño muestral, este debe ser aleatorio y debe realizarse en proporción al universo definido por el investigador. De tal forma que en una población como la de Iquique que cuenta con más de 100.000 habitantes, una buena selección muestral debiera superar un tamaño 1000 personas entrevistadas, si esta se realiza bajo la recogida tradicional ósea un cara a cara. Incluso dependiendo de los métodos definidos por los investigadores, los encuestados que elegidos deciden no participar, deberán ser remplazados bajo un mismo proceso aleatorio y completar la cuota requerida.

 

Uno de los grandes problemas que me ha tocado estudiar y también vivir en carne propia como encuestador, son el sin número de errores de campo que se cometen en la aplicación de una encuesta, estos relacionados con un variables como  el tiempo, la preparación, las personas que contestan, la zona elegida o cuánto les pagan, complican la veracidad de los resultados entregados. Ahora bien, deberíamos conceder cierto margen de confianza a las encuestas a partir de dos elementos. El primero es que otras encuestas realizadas por diferentes investigadores entreguen resultados que permitan marcar una tendencia; y en segundo lugar (para el caso de encuestas electorales) la realización de encuestas que comprueban una vez realizada la elección en cuánto acertaron o no dichas encuestas.

 

Para el caso de la encuesta publicada en el diario La Estrella de Iquique, cabe señalar el sin fin de dudas sobre su diseño metodológico y la entrega de sus resultados. Si bien uno puede con un programa estadístico conseguir varianzas, intervalos, coeficientes, etc. Estos no necesariamente tienen un correlato en la realidad social. Es al menos complejo asegurar el resultado de dicha encuesta con un tamaño muestral de 351 personas encuestadas si no se tiene claro el universo, más aún en una muestra tan pequeña intentar definir el estatus socioeconómico de estas, teniendo en cuenta que dentro de los aspectos en los que generalmente la gente miente es cuando se les entrevista con preguntas asociadas a su nivel socioeconómico, donde tienden por lo general a aumentarse de su nivel real.

 

Las ciencias sociales sin lugar a dudas deben ganarse un espacio en la ciudadanía, dando cuenta de la realidad social que les rodea, pero esto no se logrará sin el rigor necesario a la hora de realizar investigaciones que a ojo de buen cubero parece no cumplir con las normas mínimas.  

 

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