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Nuestras Conversaciones, el blog de Gonzalo Prieto

MUNICIPALES 2008, MUCHOS CALCULOS, MUCHOS CANDIDATOS, POCAS IDEAS.

MUNICIPALES 2008, MUCHOS CALCULOS, MUCHOS CANDIDATOS, POCAS IDEAS.

En el año de las elecciones municipales la concertación se ordena en torno a las negociaciones, los candidatos y candidatas más aptos para enfrentar un escenario que a diferencia de las elecciones pasadas no cuenta con un capital político tan holgado para hacer frente a la derecha que corre velozmente por el escaño presidencial del 2009.

 

Las palabras del acalde de La Florida Pablo Zalaquett quién en su disputa por el sillón edilicio reconoció el poder de Lagos para potenciar hasta el más tímido competidor no está presente en esta elección, puesto que lamentablemente el capital político de la Presidenta Bachelet se encuentra minado y débil por la menguada gestión política de estos dos últimos años.

 

Se sabe y lo ha adelantado ya el senador Eduardo Frei que el primer termómetro para saber en que condiciones está la concertación (luego de muchos contratiempos y si estos son mayores que grandes aciertos como la reforma provisional), será las elecciones municipales, si se gana o pierde será el único resultado pragmáticamente consistente para evaluar las posibilidades del próximo 2009. Aún cuando el resultado pueda interpretarse de forma conveniente para cualquier coalición el análisis interno será clave.

 

Pero el traspié de la concertación y también de la alianza se comete nuevamente cuando la discusión pública se sigue centrando en las personas, en las negociaciones y los pequeños cálculos al margen de las ideas, los proyectos y las necesidades de cada unos de los más de 300 municipios que existen en el país. Detrás quedan las necesidades de descentralización y traslado de poder y presupuesto a los municipios, para que ellos puedan abordar con más y mejores herramientas las problemáticas más cercanas de la ciudadanía.

 

En la prensa se continúa leyendo sobre el avance de este y del otro, si baja fulano o sube mengano. La discusión de las ideas y proyectos como he dicho queda relegado a un espacio menor, ofertando luego un programa pobre sacado de catálogo de multienda.

 

Muchos podrán pensar que esto es así, así funciona en Chile por su modelo electoral y su sistema de partidos, que privilegia el consumo de un candidato y candidata cual auto o yogurt Light, da igual que se va hacer, lo que importa es quién para ganar y luego vemos que se hace. Esa lógica es en parte la gran responsable de la escasa participación que centra en las personas lo que debiera estar centrado en las ideas. Nuestro sistema ampara y continúa amparando el clientelismo contraviniendo los grandes discursos de participación ciudadana real, de democracia participativa que emanan de la moneda sin acuse de recibo por parte de los partidos. Todo lo contrario los ciudadanos están más lejos, menos involucrados y por tanto menos receptivos a la carreta farandulera que la política chilena insiste en legitimar y reproducir a través de sus organizaciones y medios.

 

Candidato será entonces el que pegue mejor en las encuestas, el que tenga más plata para tener una campaña exitosa, el que pueda hacer más regalos o invitar artistas para conciertos populares, ese será candidato, el que negocie mejor en el comité central, en la mesa ejecutiva, en la dirección nacional. Será candidato el que en definitiva pueda tener más votos. Pero no obstante que aquello sea importante para ganar, ¿no es también paralelamente importante la discusión de las ideas, el programa, el proyecto?

 

Cuando la gente más pobre sigue con los mismos problemas los partidos hablan de formulas, de porcentajes y de cifras, cuando las cifras que le interesan a los millones de chilenos y chilenas es soluciones para la situación en la que viven. La ceguera de los partidos es brutal y parece ser que se burlará de lo que realmente sucede.

 

Me pregunto ¿para qué queremos que las y los jóvenes voten con menos edad?, los discursos de mayor participación no esconden más que cálculos electorales, más clientes para comprar el producto, puesto que ninguno de los que proponen bajar la edad está votando o realizando indicaciones para mayor presupuesto en materias de juventud.

 

Tiempo, dinero y parafernalia en conclaves para subir el ánimo, para decirle a cientos de dirigentes de partido que continúen con ánimo y esfuerzo para ganar las municipales, pero señores cuidado con querer decidir demasiado pues no está en la línea de las negociaciones centrales. Si no somos capaces descentralizar de verdad nuestros partidos, menos aún seremos firmes en políticas que descentralicen Chile, en buen chileno si no nos la creemos nosotros, no esperemos que el resto se lo crea.

 

Es importante, vital, discutir sobre las ideas y llevar ese debate al centro de la ciudadanía, escuchar y ser escuchados, dialogar aunque lo que se piense sea distinto, puesto que construir una democracia más profunda pasa por las pequeñas cosas para luego transformar las grandes. Sin un ideal y compromiso en la acción claro de cambiar nuestro estilo y nuestras prácticas seguiremos sacando cálculos y avanzando a medias, levantando a los muertos para que salven la honra y ganar aunque sea en el discurso del porcentaje una elección que deja poco de elegibilidad a los ciudadanos que tienen que ir además de obligados a optar por quienes muchas veces jamás se acercaron a preguntar que les preocupa.

1 comentario

Gabrielucci -

Creo que las contiendas políticas no representan más que una descarnada lucha por el poder, cosa vieja, nada nuevo. Ahora sí, lo que me llama particularmente la atención es la desmotivación y el hartazgo que genera la concertación, lo que sin duda alguna se reflejará en las próximas elecciones (municipales o presidenciales, tenlo por seguro) y ya veremos que pasa. Como bien dices, lo único que ha logrado el oficialismo es darle ventaja a la oposición con sus malos entendidos y peleas de pasillo. Por otro lado, la derecha siempre tan rastrera, se vale de ese tipo de "oportunidades" para abrirse paso a punta de clientelismo ignorante y barato. Pero bueno... tienen lo que se merecen no más. Manejaron mal el poder, saldrán de la Moneda... y mientras qué?... seguimos trabajando igual y los pobres siguen tan miserablemente pobres como los ricos tan ricos. Asqueroso.


Gabriela