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Nuestras Conversaciones, el blog de Gonzalo Prieto

IGLESIA CATOLICA V/S GOBIERNO ZAPATERO

La última manifestación de la Iglesia Católica en Madrid en defensa de la “Familia” abre el debate sobre quién debe ostentar la potestad de determinar la moral a los ciudadanos españoles. Lo que ocurrido el pasado mes de diciembre puede ser leído de varias formas, algunas que incluso pueden ser sólo ciencia ficción respecto de la elevada adherencia a la manifestación que es interpretada por supuesto a la conveniencia de cada partido y cada sector.

 

Pero la lectura que no podemos descartar es que el trasfondo de la discusión Iglesia V/S Gobierno de Zapatero reside en la legitimidad para influir sobre cuestiones como el concepto de familia, desde allí el matrimonio, el aborto, la educación religiosa entre otros temas. Es así como el gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero ha dado sendos golpes a la ya afianzada e histórica predominancia de la Iglesia sobre el Estado en su conjunto.

 

Las leyes sobre matrimonio homosexual, la educación para la ciudadanía, la cada vez menor partida presupuestaria del estado español con respecto de las arcas eclesiásticas, dejan claro cuál ha sido el mensaje respecto de los valores y la moral en la visión de un gobierno progresista y laico. Pero el revés sufrido en diciembre en la plaza Colón de Madrid ha dado un punto a favor de la iglesia quien ha demostrado que no esta tan débil a pesar de todo y que si bien su tendencia puede verse a la baja desde el imaginario, en lo real esto no es tan así.

 

Sin duda esto merece un investigación profesional, profunda respecto de los elementos sociológicos que están detrás de estás cuestiones, puesto que como he señalado antes hay un cuestión en duda y que no puede, ni podemos, quedarnos con la versión de los tertulianos, sobre por qué fue tanta gente, ¿cuál era su motivación real? La hipótesis puede oscilar en el hecho de que hay una politización mucho más abierta por parte de la iglesia respecto de las cuestiones del estado, un estado que va continuamente quitándole tareas que parecían propias de la iglesia católica por tradición, es allí que se utiliza estos componentes valóricos para sensibilizar no sólo al católico sino a un segmento conservador que ve en cualquier manifestación no gobierno, un forma de expresar su disconformidad.

 

No podremos realizar investigaciones aún pero lo que si podemos esperar es a ver el resultado de las elecciones que demostrarán cual es el marco valorico que quieren los españoles que predomine en el país y por sobre todo quien debe ser el encargado de entregar esas pautas básicas.

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