LA DEMOCRACIA DE LOS DATOS
En mí tiempo estudiando en la Complutense de Madrid, he podido aprender muchas cosas, entre ellas una ventaja imprescindible a la hora de querer desde la sociología o desde las ciencias sociales en general, poder acercarnos a la realidad que nos rodea y reflexionar en perspectiva histórica y empirista – si lo podemos llamar así- la sociedad contemporánea.
Claro está, no todas estas aproximaciones a la realidad son metodológicamente alcanzables desde la perspectiva empírica y los métodos cuantitativos de investigación. Pero al menos debemos tener en cuenta, que una parte importante de la investigación social se realiza desde los datos, y más concreto aún desde los datos secundarios.
Dos conceptos que me gustaría mencionar aquí: la democracia y los datos secundarios. La primera tiene relación a su acceso, si bien la democracia en términos básicos tiene relación con la política, sus sistemas e instituciones. También podríamos concluir que la democracia tiene estricta relación con la posibilidad del acceso a bienes y servicios que permitan avanzar a la sociedad más justa y equitativa. La democracia entonces va evolucionando en su contenido y su concepto se transforma para dar paso a múltiples demandas, siempre y cuando esta provenga de una perspectiva ideológica que tiene como eje una sociedad libre e igualitaria en oportunidades. Desde otra perspectiva este análisis no tendría sentido alguno.
En segundo lugar tenemos los datos, hechos que proporcionan información tanto en su versión individual, aún más en su organización agregada, estos contribuyen a darnos explicaciones generales y precisas sobre el acontecer de un hecho social en cualquier ámbito. Repito que no siempre un hecho social es susceptible de ser explicado desde los datos cuantitativos, sino que para ello existen otras formas de investigación, de acercamiento riguroso y científico social de entender la realidad.
Por eso, y aquí viene el planteamiento del problema. Una democracia de los datos, viene a decir que: necesitamos que en una sociedad democrática exista la posibilidad de poner al alcance de todos los datos, para que las personas ya sean investigadores (as), o no, puedan acceder a ellos de forma universal con el fin de realizar sus propias reflexiones e investigaciones.
¿Qué tipo de datos?, hablamos de los datos que levanta el Estado respecto de los diferentes ámbitos sociales a través de sus órganos competentes para ello. Los datos estadísticos sobre economía, sociedad, política, justicia, salud, etc. Pero no basta el sólo hecho de colocarlos a disposición, también importa el como se realiza esto y de que forma se garantiza el acceso para todos puedan trabajar con ellos.
Un país que no pone a disposición sus datos esta restringiendo la posibilidad a que las personas puedan realizar sus propios análisis y deja una brecha que le brinda ventaja a quienes tienen la posibilidad de acceder o generar sus propios datos.
El papel del Estado en estas cuestiones es central, pues el aparato estatal cuenta con enormes bases de datos que permitirían a los y las investigadores, estudiantes y a todo aquel que se interese, trabajar mejor y contar con recursos de información al alcance y así continuar reflexionando nuestra sociedad y proponer las soluciones convenientes.
Actualmente el Estado Chileno tiene bases de datos disponibles pero carecen de herramientas amigables que permitan a cualquier ciudadano acceder a ellas. Los formatos en que están dispuestos también son complejos o bien poco operativos, un ejemplo muchos de los datos del Instituto Nacional de Estadística de Chile (INE) que levanta información en informes en formato Pdf y ralentiza la posibilidad de construir nuestra propias tablas y diseñar los cruces de variables a gusto del investigador o ciudadano, con el objetivo de construir nuevos análisis.
Caso diferente lo podemos evidenciar en países como España o México donde sus Institutos de Estadísticas son un privilegio y cada día están a la vanguardia con el principio de democracia de los datos, cualquiera puede acceder, y puede por tanto tener el acceso y utilizarlos para su trabajo. También en el caso español es el Centro de Investigaciones Sociológicas CIS, que también es una excelente fuente de datos para todos aquellos que desean conocer y sacar sus propias conclusiones.
Chile todavía tiene que avanzar mucho, pero puede hacerlo puesto que tiene recursos económicos y técnicos para realizarlo. Puede que para ello haga falta voluntad y algunos cambios en materia legislativa respecto al tratamiento de la información, pero nada que requiera un esfuerzo tremendo.
Debemos dejar claro que en la medida que contemos con mayor acceso y la posibilidad que muchos puedan investigar, estaremos democratizando nuestra capacidad de hacer investigación, análisis y reflexión sobre las cuestiones que atraviesa la sociedad actual. No puede ser sólo el Estado y tampoco sólo los grandes grupos económicos que pueden comprar o bien levantar sus propias bases para su uso y aprovechamiento corporativo. Si el dicho popular sobre “la información es poder”, el poder debe democratizarse y profundizarse, esa tarea la tenemos pendiente.
Dejo algunos links de interés para quienes les interese el tema y la importancia de los datos secundarios:
1. http://www.gloobal.net/iepala/gloobal/fichas/ficha.php?entidad=Herramientas&id=8
2. http://www.centroe.com.ar/contenido.php?i=149
3. http://www3.unileon.es/dp/abd/tesauro/pagina/tesdocumentacion/00001244.htm
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