¿La Experiencia nos convierte en ganadores?
“La experiencia nos convierte en ganadores” fue mi primer eslogan de campaña, hace ya 10 años atrás cuando era dirigente secundario en el Colegio Robert Johnson de Alto Hospicio. Pero mi contrincante en ese entonces, una mujer que sabía por donde atacar, uso la frase siguiente: “Si quieres cosas nuevas, busca caras nuevas”.
Esto me ha venido a la memoria cuando he leído en la prensa Iquiqueña, el cambio de intendenta y gobernadora. Bueno no sólo ahora, hace unos días cuando me soplaron la noticia, no voy a engañar a nadie diciendo que estas cosas se “cocinan con tiempo”, a fuego lento y revolviendo la olla para que no se queme.
El nombramiento de Patricia Pérez en la intendencia de Tarapacá en mi opinión fue una decisión que trajo sorpresa y también reparos. La sorpresa venía de la mano de la poca experiencia de esta joven militante del PS, que hasta antes del nombramiento cumplía funciones de mando medio en el Servicio de Salud y además no parecía estar en la memoria de nadie en la región que fuese asiduo lector del jet set de la política regional. Sin embargo la presencia de todo lo anterior sugería la posibilidad de renovar el que hasta ese entonces había sido el elenco tradicional de la concertación, era subir de nivel y categoría política no sólo a Patricia Pérez sino a todo un equipo de jóvenes profesionales, responsables militantes políticos, ex – dirigentes universitarios a demostrar que las cosas se podían llevar con un estilo diferente.
Los reparos, venían por supuesto de ese elenco tradicional, ese que lleva 17 años en el tejemaneje que implica estar en el gobierno, la experiencia, esa experiencia que yo decía que supuestamente la convierte en ganadores. Pero que también los ralentiza, los vuelve miopes ante las oportunidades de cambio novedosas, ya que se acostumbran a la seguridad y estricta conveniencia electoral más que a innovar por miedo a que el error les pueda costar el cargo. Todo ello es razonable, por cosas obvias que son políticas pero también domesticas.
El cambio que hoy se produce nos deja con una duda importante, nos deja preguntas para el análisis que no deben estar sólo en el seno de los partidos y los pasillos de las oficinas del gobierno regional, también debe estar presente en la ciudadanía. Pues ella, también debe evaluar con justicia a los que se van y los que llegan o mejor dicho para el último caso, las que vuelven.
No todo es tan malo, ni tan bueno y aunque se me acuse de “nunca quedas mal con nadie” creo que lo que expresó a continuación se acerca a las certezas de este asunto.
El equipo que se va, “las caras nuevas” no hicieron nada nuevo, que no significa que no se haya hecho nada. En palabras de la nueva Intendenta “administraron la rutina”, pero aún así pese a todo lo que se pueda decir, ese equipo aprendió ya no desde la reunión de lote en alguna casa, ya no sólo de las buenas intenciones, sino que desde la responsabilidad concreta que significa estar en el gobierno y tomar decisiones. Y eso les da experiencia para una nueva oportunidad de “convertirse en ganadores”. No se echo a nadie al contrario, se formo un nuevo equipo, un nuevo capital social y político para cumplir otras tareas, nuevas tareas. Los y las ciudadanos deben evaluar en justicia la labor realizada en este año con errores y aciertos.
Para los que llegan o las que vuelven mayor tarea aún, ya que la ciudadanía debe tener en cuenta de que las mujeres que entran, tanto la nueva Intendenta, como la nueva Gobernadora no son “nuevas en el ruedo” al contrario, amplia carrera tienen, mucha experiencia aportan. Por ello más alta es la vara al momento de medirlas en su gestión. Ya que no sólo se legitiman por sus currículums políticos y profesionales, sino que tendrán que demostrar que son capaces de refrescarse, de aportan no sólo en el estilo sino de ser capaces de ser el reflejo de un gobierno más involucrado con las y los ciudadanos, retomar con fuerza las tareas pendientes y fortalecer el desarrollo regional a partir no sólo de la gestión administrativa sino también de la capacidad política.
Renovar las ideas (como lo discutíamos ampliamente con unos amigos), no sólo es cuestión de edad o “caras nuevas”, es también saber combinar la experiencia adquirida por el trabajo y la vida, con la motivación y la reflexión que proviene de aquellos y aquellas que quieren asumir desafíos importantes.
Convertirse en ganadores para lograr cosas nuevas dependerá entonces de la “virtud política” (como diría Maquiavelo) de estas mujeres nombradas. En su capacidad de articular equipos que se constituyan de ambas recetas, de no cometer el error de quedarse desempolvando sólo recetas viejas, que si bien provienen de la experiencia. Cualquier hombre o mujer que tenga sus años te dirá que no todas esas experiencias han sido buenas.
Autor: Gonzalo Prieto Navarrete
Estudiante de Sociología
Facultad de Ciencias Políticas y Sociología
Universidad Complutense de Madrid – España
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