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Nuestras Conversaciones, el blog de Gonzalo Prieto

FUTURO DE CHILE “Congresos, Programaciones y Petit Comité”

FUTURO DE CHILE “Congresos, Programaciones y Petit Comité”

La celebración de estos multitudinarios encuentros nacionales, llenos de pomposas muestras de unidad y discursos que buscan dar una imagen de partidos serios y reflexivos ante los problemas que atraviesa el país tienen una sombra conocida, pero no por ello son del todo malos.

 

En su mayoría lo que buscan este tipo de encuentros es legitimar para sí mismo, para la clase política y también para los ciudadanos que ven (en mi opinión) con muy poco interés estás cosas, una serie de propuestas y postulados que se fraguan al calor de las consciencias políticas y los ideales de los grupos dominantes en cada una de las organizaciones. Esto no dicta mucho de lo que ocurre en todo el mundo, es más no tiene nada de novedoso, pero lo que cabe destacar aquí más que las críticas a las legitimidades de un acto que simula la reflexión colectiva, pero necesarias para reproducir los discursos que se convertirán en el presente y futuro próximo en acciones de la política contingente. Es lo que se quiere colocar en la centralidad de la discusión, lo que algunos podríamos llamar “lo de fondo”.

 

Hay una discusión abierta, y es que se debe legitimar una nueva agenda pública para el país, un proyecto político que incluya lo excluido por diversas razones en los anteriores gobiernos de la concertación y que encante a la ciudadanía con el fin de conseguir un nuevo gobierno de la concertación o dar paso al proyecto de Sebastián Piñera. En esa línea caminan este tipo de actos, para dar arranque a lo que serán las “ideas” para el futuro de Chile. Todavía queda mucho por cortar, pero en la medida que el tiempo avance cada partido deberá hacer visible sus propuestas que deberán ir en el objetivo antes señalado.

 

¿Por qué esto es clave?, porque han sido evidentes las disonancias producidas en la agenda programática de la concertación en el gobierno de Bachelet, cuestiones como el aborto, el tema laboral, la seguridad social, etc. Han puesto al descubierto un sin número de temas que no estaban previamente acordados en el programa y que han mellado fuertemente la discusión ideológica que existe en el centro más profundo de la coalición. En el caso de la Alianza por Chile está cuestión es menos relevante y claramente hoy la discusión pasa más por la estrategia que por el fondo y en ello también cabe la constante batalla por el poder de liderar en la propia alianza. Y por tanto quien tenga la capacidad de imponer el candidato también impondrá gran parte de la programación de lo que sería el futuro gobierno y condicionará otras opciones.

 

Para esto no sólo las ideas pues es necesario tener un caballo que sea capaz de ganar aunque sea por nariz. Hay que saber como no sólo dar la batalla en lo programático, será tarea de los partidos y comandos mediatizar esas ideas para que puedan ocupar la centralidad de la discusión pública.

 

Chile necesita de cambios profundos para que tome por fin la senda del desarrollo y el bienestar o si no, corre peligro de ser el alumno aplicado pero que usa zapatos baratos por tanto no lo invitarán a las grandes fiestas.

 

Pero de qué hablamos con cambios profundos, no me quiero quedar en las palabras sin pasar a las propuestas en las que creo debemos poner el esfuerzo reflexivo y la acción política.

 

Chile debe generar un acuerdo en torno al tema energético, es vital no tan sólo para su propia sobrevivencia en esta materia, sino también para adquirir independencia geopolítica en la región que le permita tener mayo liderazgo. Debemos fortalecer las empresas chilenas y crear condiciones que permitan que están crezcan en equilibrio con unas relaciones laborales acordes al desarrollo, debemos crecer en conjunto ningún elemento debe dispararse solo.

 

La reforma en lo atingente a la redistribución de los ingresos debe ser clave, central si queremos ser un país desarrollado, no podemos continuar en la senda de la desigualdad puesto que esto destruye las bases de la democracia y perturba la imagen que queremos proyectar tanto hacia dentro como hacia fuera.

 

Como tercer eje es la profundización de la democracia y la regionalización. Debemos entregar mayor poder a las regiones de auto definir sus estrategias y sus recursos, debemos lograr que las autoridades regionales sean elegidas por elección popular y de esa manera descentralizar de verdad el país. Hay temas que son de estado y que seguirán siendo potestad de la organización central, pero existen muchos otros que pueden y deben ser resueltos en el dialogo local que además motiva a los ciudadanos en la creación de más y mejor democracia.

 

Estás dos cosas son claves e inseparables, por un lado debemos reducir la desigualdad distribuyendo de manera distinta como hemos hecho hasta ahora nuestros ingresos y ganancias, pero por otro debemos entregar a los ciudadanos las herramientas necesarias para hacerse cargo de su propio desarrollo, esta es una tarea que debemos poner en la centralidad del discurso si queremos avanzar de verdad al desarrollo.

 

 

 

 

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