Gobierno e Iglesia. Un discurso hacia la familia para desalentar el movimiento estudiantil.
Con los argumentos más antiguos, queriendo en mi opinión apuntar a los padres y madres, colocando a las y los jóvenes estudiantes como “niños” que deben irse a estudiar y no estar “revolviéndola”, abrió la artillería Monseñor Goic y Belisario Velasco, Ministro del Interior Chileno.
El artículo de hoy publicado en la Tercera, no tiene a mi parecer otro motivo que bajar el perfil a las movilizaciones, bajo un discurso que etiqueta a los dirigentes estudiantiles como “problema para aquellos que quieren estudiar”. Intentando quebrar el discurso levantado por los estudiantes sobre la mala calidad de la educación en nuestro país y su desigualdad entre colegios públicos, subvencionados y privados pagados respectivamente.
El gobierno ha cambiado de estrategia y lo que en principio se valoró como “La revolución de los pingüinos” y su participación en un arena que parecía ya desentendida como la política y la cuestión social, hoy se etiqueta como aislada y perjudicial para otros muchos estudiantes que no tienen las mismas motivaciones y quieren continuar con su vida regular.
El hábil Ministro del Interior ha ocupado una muy buena estrategia en sumar a las declaraciones del gobierno, las de la Iglesia profundizando aún más su carácter interventor. Paradoja que el gobierno acepte intervención en este sentido pero no lo permita en otro tipo de cuestiones sociales.
En mi opinión el gobierno se equivoca intentando infantilizar a las y los dirigentes estudiantiles, al movimiento. Pero tampoco debemos decir que con ello que los estudiantes están tomando las mejores estrategias debido a que el efecto novedad de la movilización pasada ya no es igual y por tanto requiere de nuevos métodos para continuar luchando por una mejor educación.
Los dirigentes deben buscar nuevos espacios y continuar siendo firmes en el objetivo de fondo pero deben reconsiderar las formas, ya que en esta etapa lo que interesa es transformar nuestro sistema educacional, pero debemos comprender que eso tiene múltiples variables y un procesos temporal complejo.
Por otro lado el gobierno en mi opinión no debe tener una mirada de corto plazo con una generación que muy pronto (en 2 años) tendrá opción de ejercer su voto y el castigo electoral puede ser duro. Demostración de ello fue el amplio sector juvenil que apoyo al Juntos Podemos y que mañana puede ser decisivo incluso al calor de las propuestas que se debaten en torno a la reforma electoral.
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