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Nuestras Conversaciones, el blog de Gonzalo Prieto

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La inserción internacional: Una realidad cada vez más evidente.

La inserción internacional: Una realidad cada vez más evidente. En la actualidad la humanidad marcha hacia un mundo donde las fronteras están cayendo rápidamente formándose nuevos espacios, más extensos, más poblados, donde hablar de mil millones o más de habitantes es algo absolutamente normal. Para cualquier empresa internacional los factores ha ponderar al momento de tomar la decisión de asentarse en el exterior son: las facilidades de acceso a otros bloques o países, la seguridad jurídica que emana y la disposición a los negocios de las empresas en la región seleccionada, estos son los elementos más valiosos, dejando las “astucias” para territorios poco seguros o sólidos. De acuerdo a esto para instalarse en Chile no hay que ser “astuto”
La actividad económica chilena creció un 6,4% en mayo pasado, manteniéndose las expectativas de cerrar el año entorno a un 6%. Recordemos que el 2004 acabó con un alza de un 6,1%. ¿En que se está apoyando este crecimiento?
La construcción progreso un 8,3% en mayo según datos de la Cámara Chilena de la Construcción, con las ventas inmobiliarias aumentando un 14,8%. La industria, según el INE subió un 6,8% en igual período. El comercio avanzó un 4% conforme al indicador de la Cámara Nacional de Comercio.
Mención aparte por su importancia merecen las cifras del comercio exterior, sobretodo porque avalan con fuerza arrolladora la ubicación de Chile como plataforma de negocios con el resto del orbe, es uno de los “ganchos” más seguido por las empresas, les potencia su decisión de situarse en el país y se comprende mejor porque ya lo han hecho casi 5000 empresas.
Veamos. Las importaciones en 12 meses durante el mes de mayo, de acuerdo con el Banco Central, se incrementaron un ¡36,4%! Lo más llamativo que las internaciones de bienes de capital lo hicieron en un ¡39,6%! Es decir, las empresas chilenas y extranjeras avecindadas están invirtiendo en maquinarias y equipos para atender las peticiones de los distintos mercados.
Hoy Chile es el segundo país importador de petróleo de Ibero América, tras Brasil. Miren la factura promedio atendida por Chile entre el 2001 y el 2003: US$ 3.172 millones de dólares un país de 16 millones de habitantes. Brasil en igual lapso US$ 7.925 millones de dólares, con una población de 170 millones. La importancia de la energía es trascendente para atender el mayor desarrollo de la economía.

COFACE, empresa francesa de seguros de crédito señalo en el lanzamiento de su “Guía de Riesgo País 2005” que la clasificación de Chile pasó de A3 a A2, la misma que Alemania siendo el estado de menor riesgo de la región en cuanto a impagos de compromisos por parte de las empresas, solo Estados Unidos estaría en el grupo de A1. Para dimensionar este registro digamos que México está en A4 y Brasil en categoría B
En tanto las exportaciones ya suman en el primer semestre el 60% de todo lo despachado en el 2004, cifra mayor al pasado año en un ¡24%! Acuérdense que el pasado año los envíos al exterior superaron en relación al 2003 el ¡50%! Alcanzar los US$ 40 mil millones de dólares es un guarismo que podría lograrse o quedarse muy cerca.
Exportaciones de madera, de manufactura o de productos pecuarios con crecimientos sobre el 20% son sectores que están tirando fuerte junto a los ya tradicionales, cobre, celulosa y ahora último el molibdeno.
La balanza comercial (exportaciones menos importaciones) hasta junio 2005 anotaba un superávit de US$ 5 mil millones.
El Instituto Nacional de Estadísticas dijo que en el primer semestre la inflación acumuló 1,8% y en doce meses, 2,7% y de una inflación subyacente -esto es, excluidos los combustibles y perecibles- de 2,4%. La meta de inflación del instituto emisor contempla un rango entre 2 y 4% con un punto medio de 3%.
La tasa de interés interbancaria llegó en mayo a 3,25% nominal anual, igual que en los Estados Unidos, aunque se prevé que podría aumentar 0,25% en la próxima reunión del Banco Central.

Las reservas internacionales exhiben un crecimiento anual de un 5% en el primer semestre totalizaran US$ 16.642,5 millones.
El sector privado concentra casi el 80% de la deuda externa chilena. El 52% de la deuda privada corresponde a empresas de propiedad extranjera y el 14% a obligaciones directas con sus matrices u otras empresas relacionadas con el exterior.
Estos indicadores se han ido gestando a través de un buen trabajo de nuestras empresas, muchas de ellas extranjeras en origen hoy chilenas para todos nosotros.

Nosotros los Chilenos también debemos tener presentes los mismos parámetros de evaluación para aprovechar con seguridad las oportunidades que ofrece el mercado mundial, , además, tengamos muy presentes que existen regiones inmensas con oportunidades insospechadas, en algunas hay que empezar desde casi cero, los emprendedores de otros países están abiertos a nuevos pactos ¿y usted? solo hay que estar atento al entorno y las ocasiones que van surgiendo de forma transparente, estas nos abrirán nuevos horizontes insospechados que rebosaran en nuestro favor.

Las Energias Renovables son el Futuro III

Las Energias Renovables son el Futuro III Ríos de energía
La energía hidroeléctrica se genera haciendo pasar una corriente de agua a través de una turbina. La electricidad generada por una caída de agua depende de la cantidad y de la velocidad del agua que pasa a través de la turbina, cuya eficiencia puede llegar al 90%. El aprovechamiento eléctrico del agua no produce un consumo físico de ésta, pero puede entrar en contradicción con otros usos agrícolas o de abastecimiento urbano, y sobre todo, las grandes centrales tienen un gran impacto ambiental. Las centrales hidroeléctricas en sí mismas no son contaminantes; sin embargo, su construcción produce numerosas alteraciones del territorio y de la fauna y flora: dificulta la migración de peces, la navegación fluvial y el transporte de elementos nutritivos aguas abajo, provoca una disminución del caudal del río, modifica el nivel de las capas freáticas, la composición del agua embalsada y el microclima, y origina el sumergimiento de tierras cultivables y el desplazamiento forzado de los habitantes de las zonas anegadas. En la mayoría de los casos es la forma más barata de producir electricidad, aunque los costes ambientales no han sido seriamente considerados.
El potencial eléctrico aún sin aprovechar es enorme. Apenas se utiliza el 17% del potencial a nivel mundial, con una gran disparidad según los países. Europa ya utiliza el 60% de su potencial técnicamente aprovechable. Los países del tercer mundo solamente utilizan del 8% de su potencial hidráulico.
Energía eólica
La energía eólica es una variante de la energía solar, pues se deriva del calentamiento diferencial de la atmósfera y de las irregularidades de relieve de la superficie terrestre. Sólo una pequeña fracción de la energía solar recibida por la Tierra se convierte en energía cinética del viento y sin embargo ésta alcanza cifras enormes, superiores en varias veces a todas las necesidades actuales de electricidad. La energía eólica podría proporcionar cinco veces más electricidad que el total consumido en todo el mundo, sin afectar a las zonas con mayor valor ambiental.
La potencia que se puede obtener con un generador eólico es proporcional al cubo de la velocidad del viento; al duplicarse la velocidad del viento la potencia se multiplica por ocho, y de ahí que la velocidad media del viento sea un factor determinante a la hora de analizar la posible viabilidad de un sistema eólico. La energía eólica es un recurso muy variable, tanto en el tiempo como en el lugar, pudiendo cambiar mucho en distancias muy reducidas. En general, las zonas costeras y las cumbres de las montañas son las más favorables y mejor dotadas para el aprovechamiento del viento con fines energéticos.
La conversión de la energía del viento en electricidad se realiza por medio de aerogeneradores, con tamaños que abarcan desde algunos vatios hasta los 5.000 kilovatios (5 MW). Los aerogeneradores se han desarrollado intensamente desde la crisis del petróleo en 1973, habiéndose construido desde entonces más de 150.000 máquinas. La capacidad instalada era de 40.000 MW en 2003, concentrada en Alemania, España, Estados Unidos y Dinamarca.
En 2004 ya es competitiva la producción de electricidad en los lugares donde la velocidad media del viento supera los 4 metros por segundo. Se espera que dentro de unos pocos años también las máquinas grandes instaladas en el mar lleguen a ser rentables. La energía eólica no contamina y su impacto ambiental es muy pequeño comparado con otras fuentes energéticas. De ahí la necesidad de acelerar su implantación en todas las localizaciones favorables, aunque procurando reducir las posibles repercusiones negativas, especialmente en las aves y en el paisaje, en algunas localizaciones.
El carbón, y posteriormente la electricidad, dieron al traste con el aprovechamiento del viento hasta la crisis energética de 1973, año en que suben vertiginosamente los precios del petróleo y se inicia el renacimiento de una fuente cuya aportación en las próximas décadas, puede llegar a cubrir el 20 por ciento de las necesidades mundiales de electricidad sin cambios en la gestión de la red de distribución.
Cada kWh eólico permitiría ahorrar un kilogramo de CO2, entre otras sustancias contaminantes. La eólica es la manera más económica de reducir las emisiones contaminantes y avanzar hacia la sostenibilidad.

Energía geotérmica
El gradiente térmico resultante de las altas temperaturas del centro de la Tierra (superiores a los mil grados centígrados), genera una corriente de calor hacia la superficie, corriente que es la fuente de la energía geotérmica. El valor promedio del gradiente térmico es de 25 grados centígrados por cada kilómetro, siendo superior en algunas zonas sísmicas o volcánicas. Los flujos y gradientes térmicos anómalos alcanzan valores máximos en zonas que representan en torno a la décima parte de las tierras emergidas: costa del Pacífico en América, desde Alaska hasta Chile, occidente del Pacífico, desde Nueva Zelanda a Japón, el este de África y alrededor del Mediterráneo. El potencial geotérmico almacenado en los diez kilómetros exteriores de la corteza terrestre supera en 2.000 veces a las reservas mundiales de carbón.
La explotación comercial de la geotermia, al margen de los tradicionales usos termales, comenzó a finales del siglo XIX en Lardarello (Italia), con la producción de electricidad. Hoy son ya 22 los países que generan electricidad a partir de la geotermia, con una capacidad instalada de unos 8.000 MW, equivalente a ocho centrales nucleares de tamaño grande. Estados Unidos, Filipinas, México, Italia y Japón, en este orden, son los países con mayor producción geotérmica.
Actualmente, una profundidad de perforación de 3.000 metros constituye el máximo económicamente viable; otra de las limitaciones de la geotermia es que las aplicaciones de ésta, electricidad o calor para calefacciones e invernaderos, deben encontrarse en las proximidades del yacimiento en explotación. La geotermia puede llegar a causar algún deterioro al ambiente, aunque la reinyección del agua empleada en la generación de electricidad minimiza los posibles riesgos.
Los países con mayores recursos, en orden de importancia, son China, Estados Unidos, Canadá, Indonesia, Perú y México. El potencial geotérmico español es de 600 ktep anuales.
Para el año 2010 se pretende llegar a las 150 Ktep. Los usos serían calefacción, agua caliente sanitaria e invernaderos, no contemplándose la producción de electricidad.

Biomasa
La utilización de la biomasa es tan antigua como el descubrimiento y el empleo del fuego para calentarse y preparar alimentos, utilizando la leña. Aún hoy, la biomasa es la principal fuente de energía para usos domésticos empleada por más de 2.000 millones de personas en el Tercer Mundo. Los empleos actuales son la combustión directa de la leña y los residuos agrícolas y la producción de alcohol como combustible para los automóviles en Brasil. Los recursos potenciales son ingentes, superando los 120.000 millones de toneladas anuales, recursos que en sus dos terceras partes corresponden a la producción de los bosques.
Es la biomasa una energía alternativa? A lo largo y ancho del planeta el consumo de leña está ocasionando una deforestación galopante. En el caso del Brasil se ha criticado el empleo de gran cantidad de tierras fértiles para producir alcohol que sustituya a la gasolina en los automóviles, cuando la mitad de la población de aquel país está subalimentada. Por otra parte, la combustión de la biomasa es contaminante. En el caso de la incineración de basuras, la combustión emite contaminantes, algunos de ellos cancerígenos y disruptores hormonales, como las dioxinas. También es muy discutible el uso de tierras fértiles para producir energía en vez de alimentos, tal y como se está haciendo en Brasil, o el empleo de leña sin proceder a reforestar las superficies taladas.

Las Energia Renovables son el Futuro

Las Energia Renovables son el Futuro La edad de piedra no acabó por falta de piedras, y la era de los combustibles fósiles tampoco terminará por el agotamiento del petróleo, el gas natural y el carbón. Las energías renovables solucionarán muchos de los problemas ambientales, como el cambio climático, los residuos radiactivos, las lluvias ácidas y la contaminación atmosférica. Pero para ello hace falta voluntad política y dinero. En 2003 el consumo mundial de energía superó los 10.500 millones de toneladas equivalentes de petróleo (Mtep): 2.400 Mtep de carbón, 3.600 Mtep de petróleo, 2.300 Mtep de gas natural, 610 Mtep de nuclear, 590 Mtep de hidroeléctrica y cerca de 950 Mtep de biomasa, fundamentalmente leña, y cantidades aún pequeñas de geotermia, solar y eólica.
La producción, transformación y consumo final de tal cantidad de energía es la causa principal de la degradación ambiental. El consumo está muy desigualmente repartido, pues los países de la OCDE, con el 15% de la población mundial, consumen el 60% de la energía, factor este último a tener en cuenta a la hora de repartir responsabilidades de la crisis ambiental
La grave crisis ambiental, el agotamiento de los recursos y los desequilibrios entre el Norte y el Sur, son factores que obligan a acometer una nueva política energética. A corto plazo la prioridad es incrementar la eficiencia energética, pero ésta tiene unos límites económicos y termodinámicos, por lo que a más largo plazo sólo el desarrollo de las energías renovables permitirá resolver los grandes retos del futuro. Las energías renovables son la única solución sostenible, y la energía nuclear, de fisión o fusión, sólo agravaría la situación y conducen a un camino sin salida, de proliferación nuclear y generación de residuos radiactivos.
Qué son las energías renovables?
Bajo la denominación de energías renovables, alternativas o blandas, se engloban una serie de fuentes energéticas que a veces no son nuevas, como la leña o las centrales hidroeléctricas, ni renovables en sentido estricto (geotermia), y que no siempre se utilizan de forma blanda o descentralizada, y su impacto ambiental puede llegar a ser importante, como los embalses para usos hidroeléctricos o los monocultivos de biocombustibles. Actualmente suministran un 20% del consumo mundial (las estadísticas no suelen reflejar su peso real), siendo su potencial enorme, aunque dificultades de todo orden han retrasado su desarrollo en el pasado.
Con la excepción de la geotermia, la totalidad de las energías renovables derivan directa o indirectamente de la energía solar. Directamente en el caso de la luz y el calor producidos por la radiación solar, e indirectamente en el caso de las energías eólica, hidráulica, mareas, olas y biomasa, entre otras. Las energías renovables, a lo largo de la historia y hasta bien entrado el siglo XIX, han cubierto la práctica totalidad de las necesidades energéticas del hombre. Sólo en los últimos cien años han sido superadas, primero por el empleo del carbón, y a partir de 1950 por el petróleo y en menor medida por el gas natural. La energía nuclear, con 441 centrales nucleares en 2003, con una potencia instalada de 360 GW, cubre una parte insignificante del consumo mundial, y a pesar de algunas previsiones optimistas, su papel será siempre marginal.
Aún hoy, para más de dos mil millones de personas de los países del Sur, la principal fuente energética es la leña, afectada por una auténtica crisis energética, a causa de la deforestación y del rápido crecimiento demográfico. La biomasa, y fundamentalmente la leña, suministra un 14% del consumo mundial, cifra que en los países del Sur se eleva al 35% globalmente, aunque en Tanzania llega al 90% y en India supera el 50%; en el país más rico, Estados Unidos, representa el 4% del consumo global, porcentaje superior al de la energía nuclear, en la Unión Europea el 3,7% y en España el 3%.
El sol sale para todos
La energía solar absorbida por la Tierra en un año es equivalente a 20 veces la energía almacenada en todas las reservas de combustibles fósiles en el mundo y diez mil veces superior al consumo actual. El sol es la única fuente de materia orgánica y de energía vital de la Tierra, y aunque a veces nos pasa desapercibido, ya hoy estamos utilizando masivamente la energía solar, en forma de alimentos, leña o energía hidroeléctrica. Los mismos combustibles fósiles, cuya quema está en el origen del deterioro ambiental, no son otra cosa que energía solar almacenada a lo largo de millones de años. La fotosíntesis es hoy el empleo más importante de la energía solar, y la única fuente de materia orgánica, es decir, de alimentos y biomasa.
Aunque todas las fuentes energéticas, salvo la geotermia y la nuclear, proceden del sol, en la acepción actual el término solar tiene un significado restringido al empleo directo de la energía del sol, ya sea en forma de calor o de luz. El sol sale para todos cada día y seguirá enviándonos asombrosas cantidades de calor y de energía, ajeno al aprovechamiento que podamos hacer de ella. Su mayor virtud es también su mayor defecto, al tratarse de una forma de energía difusa y poco concentrada, y de ahí las dificultades que entraña el aprovechamiento directo de la radiación solar, en una sociedad en la que el consumo de energía se concentra en unas pocas fábricas industriales y grandes metrópolis.
La distribución de la radiación solar registra grandes variaciones geográficas, pues va desde dos kWh por m2 y día en el norte de Europa a 8 kWh por m2 en el desierto del Sahara. Igualmente importantes son las variaciones diarias y estacionales de la radiación solar, y sus dos componentes, la radiación directa y la difusa. La radiación directa es la recibida del sol cuando el cielo está despejado, y la difusa la que resulta de reflejarse en la atmósfera y las nubes. Algunos equipos utilizan ambas, y otros sólo la directa, como es el caso de las centrales de torre.
El aprovechamiento de la energía solar puede ser indirecto, a través del viento (eólica) y la evaporación del agua (hidráulica), entre otras formas, o directo, mediante la captación térmica activa o pasiva y merced a la captación fotónica. Ejemplo de esta última es la captación fotoquímica que realizan las plantas, y el efecto fotoeléctrico, origen de las actuales células fotovoltaicas.
Los únicos impactos negativos se podrían dar en el caso hipotético de grandes centrales solares en el espacio, y en menor medida en las centrales de torre central, debido al empleo en éstas de sustancias potencialmente contaminantes, utilizadas para la acumulación y transmisión del calor. Otro posible efecto es el uso del territorio, debido a las grandes superficies requeridas
Hidrógeno
La producción de hidrógeno es un proceso aún inmaduro tecnológicamente y costoso, por lo que se requerirán enormes inversiones en investigación. Cuando se llegue a producir hidrógeno comercialmente, dentro de 10 o 20 años, y a partir de factores tan abundantes como son el agua y la energía solar y eólica, los problemas energéticos y ambientales quedarán resueltos, pues el hidrógeno, a diferencia de otros combustibles, no es contaminante. El hidrógeno se produce por electrólisis, proceso que requiere grandes cantidades de electricidad, la cual puede obtenerse merced a las células fotovoltaicas y a los aerogeneradores, almacenando de esta forma la energía solar y eólica.
En cualquier caso en las próximas décadas entraremos en una economía basada en el hidrógeno como combustible secundario o vector energético; su combustión apenas contamina. La energía primaria para su obtención será la solar y la eólica, y la conversión se hará en pilas de combustible, lo que supondrá una gran revolución. Hacia el año 2020 se espera que la mayor parte de los vehículos funcionen con pilas de combustible

Las Energias Renovables son el Futuro II

Las Energias Renovables son el Futuro II Desde la antigua Grecia a hoy

El uso pasivo de la energía solar se inició en un pasado muy lejano. En la antigua Grecia Sócrates señaló que la casa ideal debería ser fresca en verano y cálida en invierno, explicando que “en las casas orientadas al sur, el sol penetra por el pórtico en invierno, mientras que en verano el arco solar descrito se eleva sobre nuestras cabezas y por encima del tejado, de manera que hay sombra”. En la época de los romanos, la garantía de los derechos al sol quedó incorporada en la ley romana, y así, el Código de Justiniano, recogiendo códigos anteriores, señalaba que “si un objeto está colocado en manera de ocultar el sol a un heliocaminus, debe afirmarse que tal objeto crea sombra en un lugar donde la luz solar constituye una absoluta necesidad. Esto es así en violación del derecho del heliocaminus al sol”.
Arquímedes, 212 años antes de Cristo, según la leyenda, utilizó espejos incendiarios para destruir los barcos romanos que sitiaban Siracusa. Roger Bacon, en el siglo trece, propuso al Papa Clemente IV el empleo de espejos solares en las Cruzadas, pues “este espejo quemaría ferozmente cualquier cosa sobre la que se enfocara. Debemos pensar que el Anticristo utilizará estos espejos para incendiar ciudades, campos y armas”. En 1839, el científico francés Edmund Becquerel descubre el efecto fotovoltaico y en 1954 la Bell Telephone desarrolla las primeras células fotovoltaicas, aplicadas posteriormente por la NASA a los satélites espaciales Vanguard y Skylab, entre otros.
La llamada arquitectura bioclimática, heredera del saber de la arquitectura popular, es la adaptación de la edificación al clima local, reduciendo considerablemente el gasto en calefacción y refrigeración, respecto a la actual edificación. Es posible conseguir, con un consumo mínimo, edificios confortables y con oscilaciones de temperatura muy pequeñas a lo largo del año, aunque en el exterior las variaciones climáticas sean muy acusadas. El diseño, la orientación, el espesor de los muros, el tamaño de las ventanas, los materiales de construcción empleados y el tipo de acristalamiento, son algunos de los elementos de la arquitectura solar pasiva, heredera de la mejor tradición arquitectónica. Inversiones que rara vez superan el cinco por ciento del coste de la edificación, permiten ahorros energéticos de hasta un 80% del consumo, amortizándose rápidamente el sobrecoste inicial.
El uso de la energía solar en la edificación presupone la desaparición de una única tipología constructiva, utilizada hoy desde las latitudes frías del norte de Europa hasta el Ecuador. Si la vivienda no se construye adaptada al clima, calentarla o refrigerarla siempre será un grave problema que costará grandes cantidades de energía y dinero.

El colector solar

El colector solar plano, utilizado desde principios de siglo para calentar el agua hasta temperaturas de 80 grados centígrados, es la aplicación más común de la energía térmica del sol. Países como Alemania, Austria, Japón, Israel, Chipre o Grecia han instalado varios millones de unidades.
Los elementos básicos de un colector solar plano son la cubierta transparente de vidrio y una placa absorbente, por la que circula el agua u otro fluido caloportador. Otros componentes del sistema son el aislamiento, la caja protectora y un depósito acumulador. Cada metro cuadrado de colector puede producir anualmente una cantidad de energía equivalente a unos ochenta kilogramos de petróleo.
Las aplicaciones más extendidas son la generación de agua caliente para hogares, piscinas, hospitales, hoteles y procesos industriales, y la calefacción, empleos en los que se requiere calor a bajas temperaturas y que pueden llegar a representar más de una décima parte del consumo. A diferencia de las tecnologías convencionales para calentar el agua, las inversiones iniciales son elevadas y requieren un periodo de amortización comprendido entre 5 y 7 años, si bien, como es fácil deducir, el combustible es gratuito y los gastos de mantenimiento son bajos.
Más sofisticados que los colectores planos son los colectores de vacío y los colectores de concentración, más caros, pero capaces de lograr temperaturas más elevadas, lo que permite cubrir amplios segmentos de la demanda industrial e incluso producir electricidad. Los colectores solares de concentración lineal son espejos cilindroparabólicos, que disponen de un conducto en la línea focal por el que circula el fluido caloportador, capaz de alcanzar los 400 grados centígrados. Con tales temperaturas se puede producir electricidad y calor para procesos industriales. En Estados Unidos operan más de cien mil metros cuadrados de concentradores lineales, y la empresa “Luz Internacional” instaló en California seis centrales para producir electricidad, con una potencia de 354 MW eléctricos (1 MW=1.000 kW), y unos rendimientos satisfactorios. El coste del kWh asciende a 15 céntimos de dólar, todavía superior al convencional, pero interesante en numerosas zonas alejadas de la red de distribución que tengan buena insolación. Las perspectivas son halagüeñas, a pesar de algunos fracasos, como probó la quiebra de Luz en 1991 y su posterior venta, y hoy hay varios proyectos en marcha en España e India, entre otros países. El plan del gobierno prevé producir 180 ktep en el año 2010 de solar termoeléctrica, con una potencia instalada de sólo 200 megavatios y una producción de 458,9 GWh/año.
Los colectores puntuales son espejos parabólicos en cuyo foco se dispone un receptor, en el que se produce el calentamiento del fluido de transferencia, posteriormente enviado a una turbina centralizada, o se instala directamente un motor. Las llamadas centrales solares de torre central consisten en numerosos espejos de gran superficie (helióstatos) que, gracias a la orientación constante, concentran la radiación solar en un receptor de vapor situado en lo alto de una torre. El desarrollo de helióstatos de bajo coste, utilizando nuevos materiales como el poliéster, la fibra de vidrio o las membranas tensionadas de fibra de grafito y receptores más fiables y eficientes, abre nuevas posibilidades al empleo de la energía solar para la obtención de electricidad.

Células solares

La producción de electricidad a partir de células fotovoltaicas es aún seis veces más cara que la obtenida en centrales de carbón, pero hace tan sólo dos décadas era veinte veces más. En 1960 el coste de instalar un solo vatio de células fotovoltaicas, excluyendo las baterías, transformadores y otros equipos auxiliares, ascendía a 2.000 dólares; en 1975 era ya sólo 30 dólares y en 2004 va de 2,62 dólares a 4,25, dependiendo de la cantidad y el tipo de instalación. Si en 1975 el kWh costaba más de 7 euros, el precio actual está entre 0,3 y 0,6 euros, lo que permite que el empleo de células fotovoltaicas para producir electricidad en lugares alejados de las redes de distribución ya compita con las alternativas existentes, como generadores eléctricos a partir del petróleo.
Hoy, en Estados Unidos la producción de un kWh cuesta de 4 a 8 céntimos de dólar en una central de carbón, de 4 a 6 en los parques eólicos, de 5 a 10 en una de petróleo, de 12 a 15 en una central nuclear y de 25 a 40 céntimos utilizando células fotovoltaicas. En los próximos años se espera reducir el coste del kWh a 12 céntimos de euro antes de 2010 y a 4 céntimos para el año 2030. Claro que en los costes anteriores no se incluyen los resultados del deterioro causado al ambiente por las distintas maneras de producir la electricidad.
El efecto fotovoltaico, descubierto por Becquerel en 1839, consiste en la generación de una fuerza electromotriz en un dispositivo semiconductor, debido a la absorción de la radiación luminosa. Las células fotovoltaicas convierten la energía luminosa del sol en energía eléctrica, con un único inconveniente: el coste económico todavía muy elevado para la producción centralizada. Sin embargo, las células fotovoltaicas son ya competitivas en todos aquellos lugares alejados de la red y con una demanda reducida, como aldeas y viviendas sin electrificar, repetidores de televisión, balizas, agricultura, faros, calculadoras y otros bienes de consumo. A lo largo de toda la década el mercado fotovoltaico creció a ritmos anuales superiores al 40%, y ya hay más de 2.500 megavatios instalados en todo el mundo.
Actualmente la mayoría de las células fotovoltaicas son de silicio monocristalino de gran pureza, material obtenido a partir de la arena, muy abundante en la naturaleza. La purificación del silicio es un proceso muy costoso, debido a la dependencia del mercado de componentes electrónicos, que requiere una pureza (silicio de grado electrónico) superior a la requerida por las células fotovoltaicas. La obtención de silicio de grado solar, directamente del silicio metalúrgico, cuya pureza es del 98%, abarataría considerablemente los costes, al igual que la producción de células a partir del silicio amorfo u otros procedimientos, hoy en avanzado estado de investigación y cuyos resultados pueden ser decisivos en la próxima década

Atentado en Londres

Hago pública, con toda mi energía, mi condena a "los salvajes atentados" que se produjeron en Londres y expreso mi solidaridad más profunda con la población de esta ciudad, el Gobierno, las autoridades y el pueblo británico.
No hay nada, absolutamente nada, que justifique la muerte de Seres Humanos inocentes, es por ello que se debe perseguir a los criminales que han perpetrado tan repugnante atentado contra una ciudad que estaba celebrando su elección como sede de los Juegos Olímpicos de 2012.
Envío mis más sentidas condolencias a las familias de las víctimas y hago un llamamiento a la unidad de todos quienes creemos en la libertad y en la paz frente a la barbarie del terrorismo.
En el día de ayer, para tristeza de la humanidad, la ciudad de Londres fue víctima de una serie de atentados que costaron la vida a un número no determinado de personas inocentes.
Según lo aparecido en la prensa, la policía británica informó que el número de muertos en los atentados de este jueves en Londres ascendió a 37, y no descartó que la cifra continara creciendo en las próximas horas. El número de personas heridas se estimó en 700.
El ministro de Interior británico, Charles Clarke, confirmó que se produjeron explosiones en al menos tres estaciones del Metro y en un autobús. Clarke declaró que las explosiones en Londres han causado "terribles daños personales".
Las autoridades del gobierno británico informaron que ya está en marcha una gigantesca operación de inteligencia para encontrar a los responsables de los atentados ocurridos en el sistema de transporte de Londres el jueves por la mañana.
La primera explosión ocurrió poco antes de las 8:00 GMT cerca de la estación de metro Liverpool Street, que se encuentra a pocas cuadras de la estación principal del centro financiero de la capital británica.
Minutos más tarde estallaba la segunda bomba. Esta vez en una de las líneas más profundas del metro, la Picadilly, lo que ocasionó la muerte de 21 personas en el trayecto entre King's Cross y Russell Square.
El incidente en el tercer tren, en la estación de Edgware Road, abrió un hueco en el túnel por donde viajaba, lanzando escombros a los carriles adyacentes.
El cuarto y último atentado arrancó el techo de un autobús de dos pisos, a pocos metros de la estación de Russell Square, una zona donde se encuentran decenas de hoteles.
El diario La Voz de Galicia publico el siguiente análisis:
Análisis: Análisis La amenaza del terrorismo global de raíz islamista
La tercera guerra mundial asimétrica
Al Qaida, sus 30 filiales locales y regionales y numerosas células autoconstituidas, que se extienden por 60 países, utilizan el terror indiscriminado para golpear a Occidente
(Enrique Clemente la voz redacción)

Los atentados de ayer en Londres son el último episodio de lo que algunos analistas consideran la tercera guerra mundial. Se trata de un conflicto bélico muy diferente de los anteriores, porque es asimétrico. Los contendientes son la única superpotencia mundial y sus aliados, ya sean occidentales o musulmanes, y una red terrorista islamista difusa y fantasmal, que se extiende por unos 60 países. Este bando es el que ha declarado una guerra total, porque aunque es infinitamente más débil posee un arma letal para golpear a sus poderosos enemigos: El uso indiscriminado del terror contra civiles, con el objetivo de causar el mayor número de muertos.
El experto Fernando Reinares agrupa en lo que prefiere llamar «terrorismo internacional» a Al Qaida, sus entre 20 y 30 entidades afiliadas de ámbito local o regional y muchas células autoconstituidas en diferentes países, pero alineadas con la organización de Bin Laden. Sólo en el 2004 se atribuye la autoría de casi 200 atentados cometidos en 13 países y cinco regiones geopolíticas a 17 grupos vinculados a este complejo entramado multinacional.
Desde el 11-M, Europa no había sufrido ningún ataque terrorista de envergadura, aunque ni mucho menos dejó de ser un objetivo prioritario. La razón es que los yihadistas han concentrado todas sus fuerzas en Irak, escenario de una batalla que consideran crucial en su lucha contra los infieles . Se ha demostrado que los terroristas globales tienen capacidad para actuar a la vez en suelo europeo, seguramente a través de sus células autoconstituidas, en este caso en el Reino Unido. Pero la de ayer es la crónica de unos atentados anunciados. Sir John Stevens, jefe de Scotland Yard, declaró pocos días después del 11-M que un atentado terrorista en Londres era «inevitable». El alcalde de Londres, Ken Livingstone, calificó entonces de «milagroso» que no se hubiera producido todavía. «Los servicios de seguridad británicos ya consideraban que un gran atentado era cuestión de tiempo», señalaba ayer el embajador israelí en Londres, Zvi Jefetz. Este patético reconocimiento de vulnerabilidad muestra la magnitud de la amenaza a la que se enfrenta Occidente ante unos terroristas dispuestos a matar pero también a morir, porque creen que tendrán como recompensa el paraíso. ¿Cuáles son los objetivos de Al Qaida y sus satélites? Frente a autores como André Glucksmann, que considera que los terroristas islamistas con nihilistas que siguen la divisa Mato, luego existo ; o Michael Ignatieff, que afirma que no tienen ninguna meta política; lo cierto es que sí tienen objetivos políticos y los han explicitado claramente. Como dice Javier Jordán en Profetas del miedo , «su comportamiento es estratégico» y los terroristas no son «locos ni autómatas», sino que tienen un plan.
La primera y más obvia lectura de los atentados de Londres y Madrid es que son una «venganza» por la implicación de los gobiernos de Blair y Aznar en la guerra de Irak. No hay duda de que el 11-M pretendía también desalojar al PP del poder y provocar la retirada de las tropas españolas de Irak. Al igual que los atentados en Arabia Saudí y otros países musulmanes tienen como fin derribar regímenes considerados apóstatas. Todo esto es cierto, pero no hay que olvidar nunca que la amenaza contra los países occidentales es muy anterior al 11-S, el 11-M y el 7-J, no es coyuntural.
Los terroristas islamistas creen que actúan en legítima defensa contra una conspiración encabezada por EE.UU. para aplastar el Islam, por lo que Bin Laden entiende que la guerra santa es una obligación moral. Así, en una entrevista concedida a Peter Arnett (CNN) en 1997 decía que «la misión de matar a los americanos y sus aliados -civiles y militares- es un deber individual de todo musulmán que puede realizar en cualquier país en el que sea posible». En agosto del 96, el líder de Al Qaida hizo su primera declaración de guerra contra EE.UU., que en febrero del 98 extendió a los «cruzados y los judíos». Objetivo final
Su fin último es movilizar a la que consideran nación musulmana para restaurar mediante la guerra santa o yihad un califato que se extienda desde el extremo occidental de la cuenca mediterránea hasta los confines del sudeste asiático para que su interpretación rigorista de la religión islámica domine el mundo. Por ello, como señala Reinares, el terrorismo internacional actúa con la deliberada intención de afectar la estructura y distribución de poder en regiones enteras del planeta o incluso a escala mundial.
Otra cuestión que se repite es: ¿tiene causas este tipo de terrorismo? Ningún atentado está justificado, pero sería absurdo, miópe y suicida desconocer o minusvalorar cuál es su caldo de cultivo. El principal es el resentimiento y la frustación contra lo que consideran humillación por parte de EE.UU. y sus aliados a los musulmanes. Las intervenciones en Afganistán e Irak, que han causado decenas de miles de víctimas civiles, o el apoyo incondicional de Bush a Israel frente a los palestinos sirven como excusas para asesinar. No así la pobreza, como se sostiene con desconocimiento.

La Innovación

Qué es la innovación?
¿De qué hablamos cuando hablamos de INNOVACION?, esta es una de las grandes interrogantes que tenemos que hacernos como pais, los paises que mas han avanzado en los ultimos años se lo han preguntado y encontrando una respuesta adecuada a dicha interrogante. Esta conversacion debemos darla en el país, por ahora creo conveniente entregar la visión que da Fernando Flores sobre esta interrogante.

"Uno de los consensos que existe hoy en Chile es que la innovación y la educación son dos de los principales “cuellos de botella”. Se trata de dos ámbitos que, siendo autónomos, no están desconectados y tienen puntos en común. Al respecto, lo único que hace referencia al tema es el Informe sobre Competitividad y lo señalado por el World Economic Forum, pero de ahí para adelante, no hay mayor debate ni compresión del tema. Nadie entiende por qué esto es así. Son varias las preguntas en torno a este tema: ¿por qué la innovación se ha puesto de moda?, ¿qué significa innovación en el siglo XXI?Innovación ha habido siempre, pero ¿por qué ahora tiene tanta relación con la economía?, ¿por qué algunos países se meten en el tema y otros no?, ¿por qué se hacen fortunas de empresas tecnológicas, principalmente en Estados Unidos, y por qué en Chile no?, ¿es la innovación pura tecnología o hay algo más?La gran pregunta es ¿por qué Chile está trancado? y ¿qué hay que hacer para des-trancarlo?Lo primero que hay que entender es que estamos hablando de competitividad, y un consiguiente aumento de la productividad. El secreto de una economía dinámica es el aumento de la productividad, pero esa es una de las condiciones y no la única, para ser competitivos.Un segundo tema que hay que entender es el fenómeno de las revoluciones tecnológicas, lo que yo llamo los “tsunamis tecnológicos”, sobre todo en un país pequeño, con menos del 3 por mil de la producción, que no tiene ninguna posibilidad por sí mismo, de parar estos fenómenos. Estamos hablando de fenómenos de la magnitud de la energía atómica, la invención del motor a gas, la llegada de los ferrocarriles, los chips, la biotecnología, la primera revolución industrial, entre otros.¿Qué son estas revoluciones tecnológicas? Y para responder esa pregunta, me inclino por la Escuela Económica Inglesa, y en particular, los trabajos de la venezolana Carlota Pérez, quien se refiere a la “teoría de las grandes olas”. Ella sostiene que cuando se produce -en alguna región- un salto cuántico de productividad, que da origen a cadenas de innovaciones y a un especio para innovaciones disruptivas, terminan no sólo transformando la productividad, sino también reformando la división del trabajo, los límites de las industrias y, también, alternado las relaciones sociales, los valores y estilos de la sociedad.Hoy estamos viendo la última etapa de la Revolución Industrial Manufacturera, cuyo epítome fue el automóvil, los electrodomésticos, la industria del consumo de electrónicos, hasta el “mainframe”. Hoy somos testigos de la nueva esfera que es la industria de micro chips, de los computadores, de las redes digitales, en una estructura de satélites, fibra óptica, redes inalámbricas. Todo esto, con la universalización de lo digital a través de Internet, que tuvo su burbuja financiera el 2001, pero que no por ello ha dejado de ser un fenómeno potente.A su vez, ya estamos en los albores de otra ola, tal vez la más significativa de todas, que es la Revolución Biotecnológica y de bio-materiales, que alterará profundamente la medicina, la agricultura, lo forestal, la ecología, la explotación de minerales, y en último término, la naturaleza y dignidad humana.Hay que entender que cuando hablamos de la economía, nos referimos a la producción y distribución de bienes y servicios, que ocurren en el medio de esta revolución. No existe un mundo de los recursos naturales, puro, que viva al margen de esto.Estas dos revoluciones han cambiado la esencia de la naturaleza, haciendo evidente que todo lo natural lleva el sello de la intervención humana, y que el mundo digital ha hecho del planeta ubico e instantáneo. Todo se conecta como si fuera un sólo punto. Chile no puede seguir pensando sobre dos premisas que discuten el tema tecnológico, porque de lo contrario, nos vamos a estrellar contra un muro impenetrable. Un muro que otras economías y países, que son también fuertes en recursos naturales –Francia, Australia, Nueva Zelandia- lo han derribado.¿Cuáles son estas dos falacias? Lo podemos llevar a la tesis de izquierda y la de derecha. La tesis de izquierda: que dice que innovación es igual a creatividad, porque hay que tener ideas y que estas vienen de gente creativa, con background en el campo de las ciencias. Teniendo una pizca de verdad estas ideas, están profundamente equivocadas en su raíz. A pesar de que muchas veces lo son, las innovaciones no son sólo de productos basados en tecnología. Estas pueden ser en procesos productivos o de relaciones de identidad, de estilo y valores, o una mezcla de todo esto.La innovación tiene que ser competitividad, y ser capaz de atraer clientes que estén dispuestos a pagar por estos bienes y servicios -pero dejando de lado otros bienes y servicios-, que sean competitivos y que los clientes los prefieran, o que den acceso a satisfacciones nuevas. Por ejemplo, un teléfono celular no es lo mismo que uno fijo. Permite comunicación en movimiento, es walkie talkie y GPS al mismo tiempo, sirve para la familia y para el trabajo, en forma indistinta. Un computador equipado de Internet y procesador de texto no es lo mismo que la más perfecta máquina de escribir y sala de télex, y las usan en altas aplicaciones comerciales, la usan científicos, el estudiante, la dueña de casa, algo que quince años atrás era impensable.El problema de pensar las ideas es quedarse en el prototipo, y no darse cuenta que en un mundo globalizado las innovaciones tiene que posicionarse en el corto plazo, en mercados muy amplios, muchas veces planetarios, con un fuerte posicionamiento de marketing. Y además, requiere de la ayuda de financistas especializados, como son los “venture capitals californianos”, y al decir californianos estoy señalando un estilo y concentración que obviamente abarca otros puntos del planeta, que lo que aportan principalmente no es dinero, sino que redes de gestión y posicionamiento para, la mayoría de las veces, emprendedores sin experiencia previa. La segunda idea equivocada es pensar que la tecnología es, básicamente, uso y adaptación de adelantos que están en el mercado. Esto también tiene una pizca de verdad, porque lo bueno continúa y la respuesta a las transformaciones que el mercado está teniendo, generada por esta proliferación de prácticas, hacen que sea imprescindible hacer esto. Sin ir más lejos, ninguna industria ni negocio moderno puede estar experimentando con Internet, a nivel organizacional. Ninguna industria farmacéutica seria puede dejar de considerar lo que está pasando en la biotecnología, pero si sólo se hace eso, se corre el riesgo de que innovaciones disruptivas den origen a nuevos rivales que no operan con la misma estructura de clientes y costos, y que terminan desplazando del poder a los tradicionales, dando origen muchas veces a nuevas industrias y categorías industriales.Existe, por lo tanto, un tercer negocio innovativo, particularmente en el mundo tecnológico, -pero no sólo en él-, que es el intento de crear innovaciones disruptivas. Dada sus nuevas formas productivas, generen excedentes muy atractivos, con nuevos clientes, y que de ser exitosos, logren crear al final, buenos resultados no sólo con los clientes sino también con los mercados financieros. Por lo tanto, resultan ser atractivos, también, a todo tipo de especulación financiera, lo que permite el último salto que es la creación de grandes industrias. La industria que ha dado origen a Microsoft, Google, Cisco, y algunos que ya han desaparecido o han sido absorbidas, pero igualmente muy rentables, como fueron las primeras industrias de procesadores de textos, que terminaron por hacer desaparecer a la vieja industria de “mainframes” de computadores. Sólo IBM ha sobrevivido a todo ese mundo, pero a costa de una total transformación, desde una empresa de hardware a una de servicios, y dejando de ser el gran líder que fue por cerca de 60 años.¿Dónde estamos ahora?El problema de Chile es que no va a poder crecer en base a la exportación de materias primas, básicamente más producción industrial asociadas a estas materias primas, por varias razones. Una de ellas es que las materias primas tienden a buscar competitividad por medio de la utilización de maquinarias e inversiones caras, cuyo aumento de la productividad es en una industria que está fuera de Chile. Entonces, eso nos obliga a pensar en ser un “cluster”. Pero para que los “clusters” funcionen, deben tener en su interior empresas productivas y servicios innovativos, porque de lo contrario el cluster no puede funcionar ni competir con proveedores extranjeros.Esas empresas innovativas, en general, deberán tener un gran componente tecnológico, basado en las ciencias; una alta eficiencia de procesos; que además se hagan cargo de un problema estructural que el país tiene que es su distancia de los centros de consumo. Internet va a hacerse cargo de una parte de esto, pero se requiere una logística integral, con todo lo que significa puertos, aeropuertos, procesos de embarque y desembarque, y una alta eficiencia para poder ser competitivos.La desventaja que tenemos implica que podemos cultivar la ventaja de la logística, distancia que por lo demás también es una ventaja. Por ahora, estamos lejos de los focos destructivos de hombres y terrorismo, lo cual nos hace atractivos y esto unido a su geografía, puede ser fuente de muchas otras ventajas y posibilidades.Nos encontramos aquí con un mundo digital débil. Chile, por ahora, está participando muy poco en la exportación de productos de software y nada de hardware. De lo único que nos podemos vanagloriar es del SII y el Registro Civil, y esto nos indica que lo institucional también puede ser una fuente de innovación. Pero, a pesar de esto, no estamos en el eje, somos adaptadores. El punto que nos debe importar ahora es cuándo se podrían hacer este tipo de cosas. Respecto a la biotecnología y la biología, el país está recién despertando a esa posibilidad. Algunos sectores serán decisivos para el país, en el sentido de tomar algún liderazgo en esta materia, como son la explotación minera y en la industria de recuperación ecológica, donde no existe las mismas reservas ni controversias que en el campo de los transgénicos. Ahí hace falta una inversión decisiva en educación, promoción, proyecto-país, que envíe señales claras de que estamos hablando de una opción nacional, y cuidarse de preparar una generación de emprendedores -junto a la educación científica-, que sean capaces de superar esto.La experiencia indica que en este campo, el período de financiamiento de este tipo de empresas es mucho más largo que en otras áreas, que requieren equipos relativamente pequeños pero con horizonte de financiamiento e inversión de mínimo cinco años, y de aproximadamente US$5 millones anuales. Seis a siete grupos es el máximo que uno puede visualizar de un país que es capaz de ejecutar, en el corto plazo, y poner en marcha. Son US$30 a US$35 millones anuales, por cinco años. Estamos hablando de un presupuesto de US$150 millones para cinco años, lo que probablemente, tiene que ir acompañado de un esfuerzo educativo, de otros US$30 millones, para la educación e investigación.Estas cifras son aproximadas y subjetivas, pero permiten dimensionar el volumen que requiere este proyecto-país, que es relativamente pequeño, considerando la magnitud de inversión pública en otras áreas, el tamaño del país y lo que está en juego.La principal dificultad que tiene Chile no es económica, sino de visión. De darse cuenta de lo que está en juego, las oportunidades y los riesgos. Y después, de acuerdo político, que cree la capacidad en que se exprese en proyectos que tengan las reglas del juego claras, transparentes, para que el país entero vea que en estas áreas más generales se está jugando parte de su destino futuro.La clase dirigente chilena, empresarial y política, debe ponerse a al altura de este desafío."