Blogia
Nuestras Conversaciones, el blog de Gonzalo Prieto

La democracia enferma de Chile

La democracia enferma de Chile

Decir que el problema de nuestra democracia se encuentra en las coaliciones gobernante y opositora se nos queda muy corto. La enferma democracia chilena radica en elementos muchos más profundos, son de toda la sociedad, y la superación de esos problemas requiere una mirada de largo plazo , cambios profundos en la estructura política del país y la colaboración trasversal de toda la ciudadanía.

 

Nuestra sociedad ha cultivado el individualismo, el clasismo, la xenofobia. Ha creado para sí misma una imagen de sociedad exitosa y moderna, que al mismo tiempo es un país desigual y todavía muy por debajo de las garantías y derechos de las personas. Hoy podemos observar la efervescencia de las movilizaciones pero poco podemos conocer del compromiso de las y los ciudadanos por cambiar nuestros modos de vida. No queremos antenas de celular cerca de nuestras casas, pero no dejamos de hablar por el iphone o la blackberry.

 

Somos un país rico en recursos naturales y estamos motivados a protegerlos y manifestarnos, la pregunta es ¿cuántos estamos dispuestos a sacrificar parte de nuestra comodidad por mitigar los efectos que tiene el desarrollo capitalista en el medio natural? El desarrollo sustentable – en Chile y en el mundo – se convierte en un producto más al cual sacarle beneficios. Los responsables de un estado de enfermedad de la democracia, que se manifiesta en la crisis de legitimidad de las autoridades e instituciones, son precisamente una sociedad que ha crecido enseñando a los ciudadanos a rascarse con sus propias uñas. Falto de garantías mínimas, convencido en una meritocracia desde arriba que premia a los de siempre. No es fácil librarnos de una forma de pensar, de una cultura instalada, reforzada por la educación, nuestro sistema electoral, nuestros líderes y las empresas, apreciada como algo sumamente normal por todas y todos nosotros.

 

La transformación proviene de un cambio social y político profundo, complejo y de largo plazo. El objetivo debe ser profundizar la democracia, acercar el poder a la ciudadanía y crear una sociedad que brinde a todos y a todas las bases fundamentales para su desarrollo, que les entregue las herramientas sin excepción, para que cada uno conforme a sus motivaciones construya su vida y su felicidad. Debemos trabajar en una sociedad más diversa que equilibre los pilares de igualdad y libertad.

 

La nueva generación que hoy moviliza y deja huella en la historia de Chile, debe ser la que sea capaz de rehacer un discurso político perdido, de soñar y construir una democracia más comunitaria, donde recobremos valores como el compromiso, la lealtad, la comunidad. No buscamos un Estado todo poderoso, pero tampoco un Estado frágil que abandona a los que menos tienen ante los intereses puramente económicos. Debemos ser capaces de pensar nuevas instituciones y de dialogar sobre un nuevo contrato social para las y los chilenos.

 

Todas estas cuestiones pueden parecer demasiado abstractas, demasiado utópicas, pero que duda cabe que son las ideas (como ya lo decía Berlín) las que son capaces de mover al mundo. No debemos dejarnos vencer por quienes no quieren pensar, por quienes prefieren quedarse como estamos y avanzar en la medida en que los poderosos lo permiten. Tenemos el derecho de pensar, criticar y construir el mundo en que queremos vivir. Sólo con ese aliento podremos caminar hacia un Chile mejor de como lo encontramos.

 

 

1 comentario

Despeinados -

En homenaje al movimiento de cambio de modelo social y económico que vivimos en estos tiempos: BROTES DE REVOLUCIÓN: http://www.youtube.com/watch?v=vGN8h2sbduA