LA UNIÓN EUROPEA CUMPLIO 50 AÑOS ¿Cuándo nacera la Unión Latinoamericana?

Las multiples celebraciones y conferencias en el marco de los 50 años de la firma del tratado de Roma que da comienzo a lo que hoy conocemos como Unión Europea, trae consigo una serie de debates importantes no tan sólo por su relevancia local, también como referente obligado para los Latinoamericanos que parecen cada día colocarse menos de acuerdo y lejos de los consensos minímos necesarios para emular de alguna forma la organización política, económica y social de la UE 27.

Es palpable la falta de cohesión de America Latina en un marco que promueve no la integración, más preocupado de hacer negocios con los más "grandes" del mundo, sin reparar en la necesidad de construir un marco común que permita a las y los Latinoamericanos poner en marcha de manera coordinada sus ventajas, frente a un contexto globalizado que impulsa a los paises a ponerse de acuerdo. Ya que estos no operan de manera solitaria en el concierto internacional, sino que debe formar equipos multinacionales que compitan entre sí. Este es el caso de la UE, que apesar de sus crisis institucional (que ellos mismos diagnostican), ha entendido hace ya 50 años que para enfrentar los desafíos globales es necesario llegar a consensos minímos de allí ir avanzando de manera progresiva.

Si bien la receta no está en trasladar las formulas como un copy -paste, al menos tenemos la oportunidad de tener un referente para el futuro. En mi opinión tenemos una serie de oportindades para avanzar si somos capaces de entender un principio de libertad nacional y tolerancia internacional para avanzar no sólo en marcos económicos, también sociales, también políticos. El Mercosur no ha sido la plataforma adecuada aún para una integración regional en latinoamerica más profunda, pero esto no quiere decir que las formulas esten agotadas.

Si bien aún es pequeño, pero no menos interesante, el proceso de socialización y mecanismos de solidaridad que se dan entre cientos de estudiantes latinoamericanos fuera de sus países. El factor común de estar fuera de casa y darnos cuenta que no sólo compartimos el idioma (elemento sustancial para una mejor integración), sino cultura, historia, etc. La necesidad de colaboración puede generar un germen positivo en el futuro, donde una vez devuelta cada uno en sus países de origen, no sólo traigan consigo la experiencia de haber estudiado y vivido en un país desarrollado, también haber convivido con otros latinoamericanos, pudiendo evidenciar en el día a día una serie de valores comunes, de historias de vida un campo subjetivo propicio para comenzar a entendernos e integrarnos de manera diferente, dando un vuelvo sustantivo pensando ya no sólo en nuestros países como un actor individual frente a las potencias, sino como parte de un equipo, una comunidad para el futuro.