LO QUE SE JUEGA EL PROGRESISMO EN CHILE
Hoy se posan por los diarios las futuras elecciones tanto del Partido Socialista (PS), como del Partido Por la Democracia (PPD). En el contexto actual latinoamericano parece ser que esta ya no es solamente una contienda electoral con objetivos de mediano plazo como elecciones Municipales, u Parlamentarias, sino una prueba que pondrá a Chile como un potencial líder en la región ante el mundo, un mundo que hoy precisamente parece visiblemente convulsionado por los problemas de Estados Unidos e Irak; China e India asumiendo papeles protagónicos en la política internacional; también podemos destacar el tema de integración como elemento clave de las políticas de la Comunidad Europea y Estados Unidos. Estos y otros muchos temas asolan hoy el panorama mundial y Latinoamérica no se encuentra al margen de todo ello debido a que la dependencia de sus mercados y también la fuerte relación política ligados a los temas anteriores hacen de nuestra región una muy susceptible a cambios drásticos.
Volviendo al titulo de este articulo, es preciso mirar muy de cerca y colocar nuestra atención en las próximas definiciones de los partidos progresistas de Chile que tienen la responsabilidad de consolidar una alternativa socialista como modelo de democracia efectivo en una región que sale de las dictaduras y las crisis económicas. Es el Gobierno de Michelle Bachellet la que deberá consolidar un espacio que se comienza a forjar desde la transición en 1990 y que Ricardo Lagos termina de manera exitosa.
Para ello entonces las fuerzas políticas, los partidos deben tomar un rumbo decisivo que lleve a Chile a un proyecto de país sólido y sustentable en el tiempo, pero claramente para que eso ocurra las posturas deben ser firmes y radicales, debido a que si los partidos progresistas siguen en la lógica tradicional pueden llevarse un duro golpe en el futuro. Los cambios a los que me refiero deben tener tonos diversos debido a que se debe mostrar como una alternativa consolidada a largo plazo.
Latinoamérica tiene hoy tintes muy diferentes sus líderes oscilan entre el extremismo de Hugo Chávez, la derecha del Perú, la incógnita de Evo Morales, el cuestionado Lula y las democracias absolutamente debilitadas en otros países como por ejemplo Colombia. Chile aparece entonces como un punto de excepción, de tranquilidad política, estabilidad y crecimiento económico (pese a que también el Perú creció el año recién pasado a un 6%) pero sin olvidarnos de que es uno de los países con la peor distribución del ingreso.
¿Qué tiene que ver esto con las elecciones del PS y el PPD?, Mucho. Ya que serán sus nuevos líderes los que construirán la consolidación de una alternativa progresista en el país generando las nuevas condiciones, aportando los cambios de fondo en materia legislativa y política pública, dando los primeros pasos a un futuro de Chile diferente apoyado sin lugar a dudas en lo ya se ha avanzado y tomando nota de los errores cometidos (que no son pocos). Para todo esto según mi opinión es necesaria la transformación de los partidos en un proceso que no será instantáneo pero que debe comenzar lo antes posible ya que estos deben volver a la ciudadanía con ideas innovadoras y acorde con las necesidades del mundo de hoy.
Es entonces una profundización de la democracia uno de los pilares fundamentales que debe asumir el nuevo Chile, esto significa descentralización y más capacidad de para los ciudadanos de tomar decisiones sobre la comuna en que quieren vivir, la distribución de sus recursos de acuerdo a las necesidades entre muchos otros.
La discusión entonces es mucho más grande e importante y debemos asumirla con seriedad si queremos a nuestro país y esperamos que este siga la senda de la democracia, ya que si logramos consolidar y avanzar en este proceso sin duda alguna estaremos preparados para liderar un proyecto aún mayor llamado Latinoamérica.
Volviendo al titulo de este articulo, es preciso mirar muy de cerca y colocar nuestra atención en las próximas definiciones de los partidos progresistas de Chile que tienen la responsabilidad de consolidar una alternativa socialista como modelo de democracia efectivo en una región que sale de las dictaduras y las crisis económicas. Es el Gobierno de Michelle Bachellet la que deberá consolidar un espacio que se comienza a forjar desde la transición en 1990 y que Ricardo Lagos termina de manera exitosa.
Para ello entonces las fuerzas políticas, los partidos deben tomar un rumbo decisivo que lleve a Chile a un proyecto de país sólido y sustentable en el tiempo, pero claramente para que eso ocurra las posturas deben ser firmes y radicales, debido a que si los partidos progresistas siguen en la lógica tradicional pueden llevarse un duro golpe en el futuro. Los cambios a los que me refiero deben tener tonos diversos debido a que se debe mostrar como una alternativa consolidada a largo plazo.
Latinoamérica tiene hoy tintes muy diferentes sus líderes oscilan entre el extremismo de Hugo Chávez, la derecha del Perú, la incógnita de Evo Morales, el cuestionado Lula y las democracias absolutamente debilitadas en otros países como por ejemplo Colombia. Chile aparece entonces como un punto de excepción, de tranquilidad política, estabilidad y crecimiento económico (pese a que también el Perú creció el año recién pasado a un 6%) pero sin olvidarnos de que es uno de los países con la peor distribución del ingreso.
¿Qué tiene que ver esto con las elecciones del PS y el PPD?, Mucho. Ya que serán sus nuevos líderes los que construirán la consolidación de una alternativa progresista en el país generando las nuevas condiciones, aportando los cambios de fondo en materia legislativa y política pública, dando los primeros pasos a un futuro de Chile diferente apoyado sin lugar a dudas en lo ya se ha avanzado y tomando nota de los errores cometidos (que no son pocos). Para todo esto según mi opinión es necesaria la transformación de los partidos en un proceso que no será instantáneo pero que debe comenzar lo antes posible ya que estos deben volver a la ciudadanía con ideas innovadoras y acorde con las necesidades del mundo de hoy.
Es entonces una profundización de la democracia uno de los pilares fundamentales que debe asumir el nuevo Chile, esto significa descentralización y más capacidad de para los ciudadanos de tomar decisiones sobre la comuna en que quieren vivir, la distribución de sus recursos de acuerdo a las necesidades entre muchos otros.
La discusión entonces es mucho más grande e importante y debemos asumirla con seriedad si queremos a nuestro país y esperamos que este siga la senda de la democracia, ya que si logramos consolidar y avanzar en este proceso sin duda alguna estaremos preparados para liderar un proyecto aún mayor llamado Latinoamérica.
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