El Metro en Santiago.
Viaje a santiago a realizar los tramites de visa para mi partida a España, como es tradicional para cualquier provinciano he tomado metro para todas partes y el calor que me acompaña en este día colaboran para continuar mi arrepentimiento constante de venir a santiasco.
Gracias a aprender a mirar las cosas desde otro punto de vista encontré en el metro un valor muy interesante, en él he podido evidenciar el millón de realidades que puedes observar y develar con tan sólo los rostros que se ven por unos minutos mientras viajas a tú propio destino. ¿Cuántas caras ves en aquellos minutos?, caras que son historias de vida, relaciones e interacciones que no somos capaces de captar en profundidad y que pasan silenciosas frente a nuestros ojos. Pero como en el metro muchas cosas cada día pasan silenciosas, caras, historias y realidades de las cuales no somos responsables y tampoco nos hacemos cargo, es la responsabilidad de sólo hacer lo que puedes comprometer y no querer lo que no vas a cumplir. En ese pragmatismo nos envolvemos y generamos muchas veces inmobilidad. Tomar acción entonces sobre descubrir esas caras y esas historias traen la riqueza de ser un líder que se adelanta y ve los que otros no ven aunque sea por los primeros cinco minutos que sinceramente son claves para desarrollar el presente y abrirán el futuro.
Hoy en el metro aprendí a mirar distinto con responsabilidad y seriedad a las personas que nos rodean y reconocer la importancia de cada una en su individualidad y su capacidad de generar proyectos colectivos. Detrás de lo que se aparenta existen un millón de nuevas oportunidades.
Los invito a observar.
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