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Nuestras Conversaciones, el blog de Gonzalo Prieto

¿Dé que va el Binominal?

¿Dé que va el Binominal? Parece que hablar sobre el “Sistema Binominal” es cosa de políticos, de viejos, de pensar hacia atrás y no proponer ideas innovadoras. Cuando precisamente es todo lo contrario, ya que hablar, debatir y discutir sobre este tema tan crucial para Chile es un puntal de todo el desarrollo económico, político y social. Tomar un desición sobre esta materia supone poner a Chile a la cabeza de toda América Latina y como diría el ex presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, dar un salto cualitativo para el país.  La mayoría de los procesos de un país se ven supeditados al sistema electoral que tienen, ya que a través de estos escogemos a nuestros legisladores y por tanto “no da lo mismo quien este en el parlamento”. Será el parlamento quien tenga que decidir como representación máxima de la ciudadanía, que reformas se realizan, como se distribuye finalmente el presupuesto del Estado. Por tanto contar con mayorías y minorías parlamentarias que representen la mayor cantidad de sensibilidades sociales, da pie para una legislación sana, una democracia más profunda y por sobre todo una política de cara a la transparencia.  Sólo como idea de cuánto afecta los sistemas electorales a la estabilidad y desarrollo de un país pondré dos ejemplos. El primero es Chile en la época de 1973, muchos cientistas políticos afirman que si nuestro país hubiera contado con un sistema democrático y electoral parlamentario como el europeo,  tal vez el golpe de estado no habría sucedido ya que por las atribuciones de este, se abrían tomado caminos institucionales diferentes. Si bien lo anterior es algo de ciencia ficción ya que no lo comprobaremos nunca, podemos referirnos al actual caso de México, en este si tuviera un sistema electoral como el Chileno para elegir en un “balotaje” , ósea en segunda vuelta al presidente o presidenta no pasaría por los momentos de inestabilidad política por los que transcurre hoy.  Entonces volviendo a la idea, debemos entender y convencernos de que discutir e informarnos sobre este tema es crucial para tomar decisiones importantes en el país. Si pensamos que muchas leyes y reformas han sido trancadas por nuestro sistema electoral, y que en el mundo actual no pega que el que sale tercero en la votación no puede o no debe ocupar el escaño de aquel que sacó más votos.   El problema es que existe algo que se llama la “ingienería electoral”, cosa que el ciudadano común no distingue y ni se piensa al momento de votar, pero es comprobado que las circunscripciones están ya caladas. Son en su gran mayoría estadísticamente predecibles, sobre todo las más pequeñas lo que hace que gracias al sistema binominal, la alianza o concertación escojan un candidato a nivel central, lo pongan en el distrito o circunscripción y este por mera regla estadística tenga sobre el 50% de posibilidades o más de ser electo. Tanto sectores de la Alianza como la concertación temen a terminar con el sistema, (que como argumento positivo hablan de estabilidad política) pero que sin duda pone en serio riesgo los nichos electorales de algunos partidos o personas individuales que por años ocupan un escaño, y que sin lugar a dudas con un sistema electoral diferente la ciudadanía podría expresarse de otra manera.  Por último decir que no es menor el hecho de que Chile ha cambiado, de que su cultura política se ha y estará transformándose, donde los viejos paradigmas están hace mucho tiempo caducos y que debemos dar cuenta de otras opiniones que tienen peso electoral y político pero que por nuestro actual sistema electoral no tienen representación parlamentaria. No puede ser que el 9% del país tenga la boca cerrada ante temas como; que se hace con el dinero del cobre, como se avanza en la disminuir la desigualdad social, que políticas económicas debemos reforzar o cambiar.  Para convertirnos en un país desarrollado no sólo hace falta buenos índices económicos y las felicitaciones del FMI o la OCDE, también debemos contar con una democracia más participativa, que profundice la democracia y que renueve las institucionalidades, de manera que esta pueda abrir espacios a nuevas formas de pensar y converger en la tolerancia y diversidad de un país. Para ello necesitamos de ciudadanos y ciudadanas dispuestas a pensar en Chile y expresar su apoyo y convicción a un Chile más moderno, democrático y con las puertas abiertas al dialogo y el acuerdo, pero para que ese dialogo se realice deben participar todos, incluso aquellos que no nos gustan, pero en ello consiste la democracia. Este sistema electoral respondió a un momento determinado en la historia y debemos reconocer sus avances y logros, pero hoy debemos coincidir en que nuestro país ya camina solo por tanto debe aprender cosas nuevas.     

 

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