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Nuestras Conversaciones, el blog de Gonzalo Prieto

Las destripadas elecciones municipales de Tarapacá.

Las destripadas elecciones municipales de Tarapacá.

Suelo decir con frecuencia que Iquique (y esto extendido a toda la región) es Macondo. Que aquí se cruzan gatos con perros, elefantes con jirafas y que todas las lógicas de la política nacional sufren transmutaciones debido a los diversos factores de nuestra flora y fauna política. Sin embargo esto no parece ser tan así cuando lo miramos con detención. Ya que si miramos el país podremos fácilmente encontrar coincidencias. A mí la que más me llama la atención es la inexistencia de una fuerza política alternativa articulada y coherente, junto con dejar que los de siempre gobiernen por nosotros a costa de una actitud pasiva, sin compromiso.

 

Otra vez elecciones municipales, la concertación fuera del poder, la derecha mucho mejor articulada gracias a las virtudes que tiene estar en el gobierno, pero no exenta de precariedades. Vemos como en nuestra región corren los más increíbles pactos y sub-pactos, como la falta de alternativa política da paso a la especulación más terrible del poder, donde el populismo, el acarreo y el dinero finalmente se queda con la corona del nuestro pequeño reino.

 

Citando a Ascanio Cavallo en su última columna de la Tercera: “la concertación se murió”. Y cómo no, si su candidato Alcalde oficial parece haber quedado fuera de la carrera antes de comenzar, ya que los trapecistas de nuestra política local saltan de un lado al otro en busca del empleo, el proyecto o la licitación. Soria se convierte en el botín, en el árbol que da más sombra o para decirlo mejor, el árbol que les devolverá la pega.

 

La concertación en Tarapacá no tiene proyecto, ni visión y menos aún compromiso. No obstante algunos dentro de sus partidos, en las que me cuento yo mismo, tenemos la convicción de generar dicha alternativa política. Por eso que está crítica de forma clara es necesaria para volver a construir.

 

Nuestro sistema electoral en el caso de los concejales nos pone a destrozarnos entre nosotros, buscando hacerle la zancadilla al compañero de lista. He podido ver como muchos de los concejales electos están felices al lado del Alcalde de turno, apareciendo en las fotos, muy seguros, pero sin decir una sola palabra, sin proyectar ningún futuro.

 

En la calle la gente arde en demandas justas e incluso hasta domésticas. Se ha creado un sistema clientelar muy difícil de romper, muchos dirigentes vecinales encuentran en la campaña el momento propicio para pedir plata, solucionar sus cuentas. El voto a cambio de cualquier cariñito, de no ser así tu posibilidad se vuelve poco atractiva.

 

El dinero corre a manos llenas, muchos concejales se vuelven las niñas bonitas y también algunos candidatos. ¿Por qué? Muy fácil, yo te financió y tu me votas para CORE. Pero parece que está vez la cosa quedará algo atravesada porque es muy posible que la venta de votos a CORE no pueda efectuarse debido a que estos serán prorrogados durante un año más en sus funciones debido a la discusión de su elección popular.

 

¿Y qué nos queda? Una parte de la ciudadanía está desencantada, pero que por omisión permiten que sigan votando los mismos, los mismos que acostumbran a regalar el voto por un canasto familiar. No sirve de nada hacer crítica mirando desde el televisor si realmente no se involucran en los procesos de cambio de la política y la sociedad en que vivimos.

 

Algunos preguntarán ¿para qué?, total mañana trabajo igual. Yo les digo muchas gracias, gente como usted tiene a nuestro país sin educación de calidad, con una salud tan precaria que sale más barato comprar el cajón que pagar el tratamiento. Que a punta de completadas y platos únicos suplimos un Estado ausente. Pero sabe qué, la culpa no es solamente de los políticos, como usted fácilmente suele argumentar, también es suya, que prefiere ver tranquilamente la tele desviándose de tal forma que permite que todo esto ocurra.

 

¿Todo está tan mal? Sí, lo está. Sin embargo hay esperanza, hay alternativa porque somos muchos en todo el país los que estamos por hacer el difícil y largo trabajo de cambiar Chile. Ustedes pueden quedarse si quieren sentados en sus sillas, esperando a que otros resuelvan las cosas por ustedes. Pero en una de esas, lo que están leyendo les despierta y les enoja lo suficiente como para indignarse y levantar la voz. Salir y hacer algo por cambiar ustedes mismos, por cambiar sus barrios, sus ciudades y finalmente su país.

 

Esa es la convocatoria, para que todos y todas se levanten, se comprometan y marquemos la diferencia, comencemos a construir la alternativa política, social, económica, regional y ambiental en nuestra región y el país. Nos merecemos un lugar mejor para vivir, nos merecemos una sociedad justa, meritocratica, nos merecemos un nuevo mercado, nos merecemos un mundo limpio y sustentable. Pero todo eso sólo depende de nosotros. No hay excusa, ahora la decisión es suya.

 

1 comentario

Daniel Sola -

tremendo1!!! se nota el corazon que expresa este sentir popular!!! se agradece su aporte!!!