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Nuestras Conversaciones, el blog de Gonzalo Prieto

CHILE Y SU POLITICA EXTERIOR

CHILE Y SU POLITICA EXTERIOR

 

El chileno quiere estar globalizado, pero quiere estarlo con Francia, Estados Unidos, España, Alemania y posiblemente hoy querrá también estarlo con Brasil. No así con Bolivia, Argentina, Venezuela, Honduras, Colombia, Nicaragua y mucho menos con Perú.

 

¿Existe una doble mirada hacia los demás países de Latinoamérica? Parece que lo que los discursos oficiales, las cumbres, los tratados y las declaraciones de buenas intenciones en muchos o en la gran mayoría de los casos, no tienen mucho correlato con la opinión del común de las y los chilenos. Digo una doble mirada, pues el discurso institucional es un discurso de amistad e integración, pero las señales provenientes de la llamada “opinión pública” parece decir todo lo contrario, donde las frases cargadas de xenofobia y nacionalismo pechoño son lo dominante.

 

La política exterior es un ámbito sagrado, en lo único en que nadie debe tener más opinión que el gobierno, pues es una cuestión de Estado. Menos aún los ciudadanos y miren que nosotros los ciudadanos opinamos de todo, pero en materia de política exterior nos alineamos detrás del gobierno, porque así debe ser, porque así damos una imagen de unidad. Todo eso parece estar bien, pero nos olvidamos que debemos ser las y los ciudadanos los garantes de los buenos oficios del gobierno (en una democracia más participativa claro esta) y por ello deberíamos estar preocupados y atentos a lo que nuestro país realiza fuera de nuestras fronteras.

 

Hoy nuestro país esta complicado con un país amigo, un país vecino, con un país con el cual guste más o menos tendremos que lidiar toda nuestra vida (pues así es la familia, no la elegimos, pero allí esta) y por lo tanto también la ciudadanía debe hacerse cargo de la tarea de aprender a convivir con ellos.

 

El concierto Latinoamericano hoy en día es mucho mejor que hace 30 años, hay una política más estable, un crecimiento económico sostenido y con políticas sociales en marcha. Dirán sin duda los que miran desde la postura dominante que somos una región dividida entre los “populistas y los socialdemócratas” puede ser, tarea para la casa, pero lo central es que estamos en el momento preciso para tomar un rumbo diferente como región latinoamericana, el momento exacto para proyectarnos al futuro y entrar de lleno a ser protagonistas de los desafíos mundiales. Pues los desafíos que enfrenta hoy el mundo son globales, ya no es cuestión de algunos y américa latina  no puede perder nuevamente el carro.

 

En esa tarea nuestro país cumple una función crucial, pues es uno de los países más desarrollados de la región y esa posición conlleva una responsabilidad mayor con la integración. Su capacidad de desarrollarse, las políticas sociales, la estabilidad y fuerza institucional debe llevar a tener una mirada de cooperación y articulación con los otros.

 

Brasil ya es reconocido como una potencia regional y mundial. Se sabe y entiende que las próximas transformaciones en materia económica, ambiental por dar dos ejemplos tendrán que realizarse con la presencia del gigante del cono sur. Chile que es un país más pequeño en territorio y población, pero grande en economía, imagen internacional y peso político dentro de la región. Debe jugar el papel de articulador de acuerdos y consensos, pues es respetados por unos y otros (aludiendo a la diferencia que nos hacen desde fuera) y ello puede resultar capital tanto para nuestro propio desarrollo como para el resto de países.

 

Para ello Chile como Estado y su gobierno debe trabajar en algo crucial desde mi punto de vista. Esto es el discurso Latinoamericanista dentro del propio país. Pues de no llevar esto acabo tendremos esa doble mirada hacia nuestros vecinos americanos, por un lado la integración siempre más económica que otra cosa, y por otro la xenofobia, la antipatía, el menosprecio y la violencia.

 

Si son ciertas las proyecciones, Chile continuará por la senda del progreso y ello requerirá tarde o temprano inmigración que colabore con ese crecimiento, una inmigración que existe pero que aumentará en la proporción que aumente su éxito económico y social. No debemos esperar a que las cosas ocurran sino prepararnos para los cambios que se vienen, ello requiere voluntad política y verdadero sentido de la integración.

 

Europa con dos guerras mundiales a la espalda, más de una veintena de idiomas nacionales y regionales, han logrado en 50 años una Unión que avanza lento pero con paso firme, decidido a ser protagonista en los cambios.

 

América Latina posee alrededor de 500 millones de habitantes, reservas económicas y naturales cuantiosas, un mismo idioma. Pero parece que no hemos aprendido de nuestras desgracias, debemos aprender ahora y mirar al futuro juntos, ya que separados seguiremos siendo “el tonto útil de los grandes” al que le cierran las puertas para decidir sobre las grandes cuestiones del planeta.

 

Que no nos ciegue la contingencia, los medios nacionalistas y amarillistas que venden a ambos lados de la línea de la concordia fuego para un incendio innecesario. Debemos pensar los ciudadanos, un país mejor, con una Latinoamérica mejor y exigirlo a quienes gobiernan.

 

2 comentarios

Juan Manuel -

Ah, pero sos un ignorante importantísimo...
Dale para adelante!

mauricio -

Chile está en una situación en la cual ya no puede renunciar, y es que nos encontramos política, económica y culturalmente abiertos al mundo. A Chile comenzarán a aumentar las oleadas migratorias debido a su crecimiento y desarrollo, es practicamente imposible detener eso. Será un aprendizaje doloroso cuanto menos se debata sobre el tema, cuanto mas tiempo demore entender que un pais se enriquece con las miradas y perspectivas de afuera. Creo que la semilla del nacionalismo pinochetista nos tiene preparada un capitulo más de desencuentro, esta vez ya no con los humanoides, sino con los extranjeroides...