Los Afectos y la Política.
La imagen que se suele tener de los partidos políticos y de las personas que participan de ellos, muchas veces no coincide completamente con la realidad. Algunos sostienen juicios sobre los partidos en el sentido más científico, otros hablan sobre “la maquina partidaria”. Pero parecer ser que todos estos discursos apuntarán a significar a los partidos como organizaciones absolutamente racionales, de relaciones estrictas, disciplinadas, estratégicas, perfectamente concebidas. Pero en todo ello olvidan un elemento subjetivo importante e imprescindible a la hora de entender la política y a los políticos. Me refiero a los afectos, esos en que se construyen las relaciones, los proyectos, las ideas, las alianzas e incluso los círculos más poderosos e influyentes en los gobiernos.
Si logramos entender los afectos en la política podremos también llegar a comprender sus errores y aciertos. Con ello no debemos siquiera pensar en justificar acciones reñidas con la justicia, pero si nos permiten descubrir que mucho de lo que pasa y lo que se hace no sólo ocurre en la política (o sólo hoy), sino que ocurren en los terrenos de la empresa, la junta de vecino, las organizaciones estudiantiles.
La política esta llena de afectos, de gente que tiene historia común y a lo largo de ella ha construido amistades, familias y relaciones incluso económicas, pero que su primera motivación tal vez fue un sueño universitario de hacer algo con aquel amigo con el que pasaste tantas cosas.
Esos afectos que te llevan muchas veces a confundir las cosas, las prioridades y los efectos muchos de ellos tiene que ver con la confusión de esos afectos entremezclados.
Pero no pasa esto también en las empresas, el otro día me comentaba un economista de cómo en los grandes cambios en las gerencias los responsables llevan a sus equipos y muchas veces más motivados por sus vínculos personales, aunque luego esto también incluya un magnifico equipo profesional o no.
Los éxitos y los fracasos están ligados también a la consideración de los afectos, que no son otra cosa que la construcción de confianza para el logro de un objetivo personal u social.
2 comentarios
fabio -
Patricio -
Como no va a ser así si incluso hay guerras que se han inciado por amor, sentimiento sobre el cual se vive haciéndo teoria, filosofía, poesía, etc.
Quizás eso lleva a considerar siempre la importancia del actor en las instituciones, la cual, como ambos sabemos, en muchas corrientes de la teoria sociológica cobra menos importancia.
Ciertamente los partidos políticos tienen una tendencia de actos, una recurrencia de decisiones, un ethos. Pero hasta esas distinciones que posibilitan particularizar esa institución, pueden destruirse, o por lo menos marcar el punto de diferencia, con la emrgencia de temas morales.
Saludos, suerte con tus estudios y felicitaciones por tu blog!!!!