FRANJA DE GAZA ¿Hemos fracasado?
Por las noticias durante estos últimos dos días hemos visto como continúan muriendo solados y civiles, personas en la Franja de Gaza producto del conflicto palestino – israelí. Sin luz, sin agua y con escasas probabilidades de continuar con los medios básicos para garantizar una vida digna viven millones de hombres y mujeres enfrentados en una guerra que para muchos la verdad es que no tiene ningún sentido. Debemos enterarnos cada día de la muerte de uno tras otro, transformándose en un suceso normal, como algo que incluso es parte de la parrilla programática de los diversos canales de televisión. Me pregunto entonces si ¿hemos fracasado como sociedad?, si aún podemos revertir una sistema que parece no impórtale a nadie y se convierte en el pan de cada día con la mas mínima esperanza de que aquellas personas puedan alcanzar una vida con dignidad. Para colmo de males, es vergonzoso como aquí en España los noticiarios dan más minutos de cobertura a las elecciones del Real Madrid que a lo que ocurre con millones de personas. Es de esperar que la respuesta no sea difícil de comprender ya que seguramente los consumidores de televisión como nosotros preferimos ver el teatro de aquellas elecciones que bajar nuestro estado de animó y ver imágenes de muerte y dolor. Francamente es una situación de impotencia, de saber que ni siquiera este artículo ni muchos otros intentando sensibilizar logrará nada en lo absoluto. ¿O tal vez sí? Recuerdo que la madre Teresa de Calcuta decía: “Lo que hacemos es una gota en el mar, pero si no lo hacemos esa gota siempre faltará”. He escrito estas palabras con el propósito de que ciudadanos y ciudadanas nos sensibilicemos y demandemos el interés de que estos como otros tantos conflictos se resuelvan. Parece que la paz es una utopía, pero creo firmemente en que a pesar de que la petición pueda ser fácil, pero al mismo tiempo racionalmente según los intereses y el modelo de sociedad actual. Imposible de conseguir. Cada uno de nosotros (as) tiene problemas, graves e importantes para su circulo de vida más próximo, pero también debemos saber que la única manera de colaborar es haciéndonos cargo de diversas maneras en el compromiso de tener un mundo de paz y libertad. Y no se trata de la libertad que nos quieren imponer sino la simple libertad de salir a la calle y disfrutar de la vida de aquellos momentos sensibles pero grandes que contribuyen a la felicidad. Hemos de tomarnos un minuto para darle la mano a otro y comenzar juntos en un proceso colectivo a cambiar el mundo. Recuerden que tan sólo somos una gota en el mar, pero juntos somos una marea inmensa en busca de la paz.
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