La magia de las conversaciones repentinas
Muchas veces las personas dejamos la oportunidad de conversar con otras, por estar pendientes de nuestros propios asuntos o simplemente por ahorrar la energìa en plantear una nueva conversación.
Pero qué pasa cuando somos capaces de abrinos a conversar con el otro, qué pasa cuando cruzamos la barrera de la verguenza que implica un saludo, una sonrrisa pintorezca que diga: ¿Cómo esta? y partir desde allí una conversación amena, interesante y porqué no una oportunidad para algun proyecto que estemos desarrollando.
¿Qué pasa cuando ocurre todo eso?... las cosas se transforman, cambian inmediatamente incluso convertirse en alguien receptivo, alguién que escucha al otro se convierte en un valor tremendo y abre puertas maravillosas.
Les propongo una tarea, dediquense aunque sea una vez en la semana a conversar con alguién que no conzcan para nada y luego reflexionen sobre su aprendizaje y me lo comentan.
Pero qué pasa cuando somos capaces de abrinos a conversar con el otro, qué pasa cuando cruzamos la barrera de la verguenza que implica un saludo, una sonrrisa pintorezca que diga: ¿Cómo esta? y partir desde allí una conversación amena, interesante y porqué no una oportunidad para algun proyecto que estemos desarrollando.
¿Qué pasa cuando ocurre todo eso?... las cosas se transforman, cambian inmediatamente incluso convertirse en alguien receptivo, alguién que escucha al otro se convierte en un valor tremendo y abre puertas maravillosas.
Les propongo una tarea, dediquense aunque sea una vez en la semana a conversar con alguién que no conzcan para nada y luego reflexionen sobre su aprendizaje y me lo comentan.
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