UN PRIMER COMIENZO

La preocupación que tengo por mi país y mi región no es menor, muchas veces uno se pregunta por qué pasa lo uno u lo otro y finalmente tiene dos opciones. La priemra y creo a mi juicio la mas facíl tiene que ver con el simple hecho de dar las cosas por hechas, sin importar o inmoviles al respecto. Los temas son muchos, pobreza, desarrollo, seguridad, económia, nuevas tecnologías, emprendimiento etc. Podríamos estar nombrando un millón de cosas de las cuales vemos por televisión o simplemente al pasar por la calle, lamentablemente tomamos muchas veces de solamente pasar queriendo no ver, queriendo no reconocer que tenemos una cuota de responsabilidad y en definitiva tenemos la oportunidad de hacer algo por aquello que ocurre.

La segunda opción sin duda es la menos usada, la mas comoda y sinceramente es el estado de anímo de la mayoría en Chile y America Latina. Tomar el mundo por las riendas, pensar y sentir que el mundo puede transformarse es una tarea muy grande pero a la vez una oportunidad maravillosa de la cual nos debemos hacer cargo, el mundo a cada segundo cambia y esa constante es un dato que a primera vista parece inmenso, pero es la herramienta para precisamente comprender que más que sostener un anímo de desaliento, debemos juntos construir nuevos caminos, aprovechar nuevas iniciativas y rediseñar nuevas ofertas a nuestro entorno.

Por aquí creo que debemos mirar los comienzos de nuestro trabajo, pensando en que somos capaces, que podemos generar conversaciones que se conviertan en proyectos potentes, dando forma a una cultura diferente, emprendedora, seductora de mucha mas gente con la cual podemos construir a partir de la participación un nuevo Chile y un nuevo Mundo.