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Nuestras Conversaciones, el blog de Gonzalo Prieto

Un sueño llamado Alto Hospicio

Un sueño llamado Alto Hospicio

La comuna de Alto Hospicio, llamada así desde el año 2004, ha sido siempre el símbolo de un sueño, individual y colectivo, muchos vinieron aquí solos con la esperanza de traer a sus familias, de cambiar sus vidas, de tener un futuro mejor. En un clima desértico difícil para quienes estaban acostumbrados a verdes campos, lograron amar su tierra, su nueva tierra, la que ha visto crecer a sus hijos y sus nietos. Porque aquí vieron por fin cumplido el sueño de la casa propia, donde el esfuerzo y la valentía de miles hacen hoy de nuestra comuna un ejemplo para todo el país.

Tristemente también hemos sido víctimas del maltrato mediático, donde los terribles asesinatos a hijas de nuestras comuna marcaron nuestra identidad hasta hoy, y el concepto del esfuerzo ha pasado a llamarse pobreza extrema. Los prejuicios son muchos, pero éstos tienen interpretaciones diferentes dependiendo el ojo con el que se mira. Porque donde algunos ven calles polvorientas, otros vemos la siembra de las ilusiones de miles de familias que vienen aquí en busca de una vida mejor.

No se trata de tapar el sol con un dedo, los problemas existen y la pobreza material de nuestros vecinos es real, pero ¿quién mide la riqueza de la voluntad? Grandes ciudades en el mundo se han levantado con la fuerza de unos pocos que en tierras aparentemente infértiles, lograr cosechar la riqueza, el bienestar y la felicidad.

La comuna de Alto Hospicio tiene un potencial enorme para crecer y convertirse en una ciudad de primera categoría, si tiene como ejes el desarrollo sustentable, la energía limpia, los empleos verdes, un transporte público capaz de conectar a los ciudadanos, y servicios sociales de la más alta calidad. Pensar en Alto Hospicio como una comuna para lamentarse es ser ciegos ante las posibilidades latentes.

Las ciudades en el desierto tienen un capital enorme desarrollo sostenible, sólo nos hace falta poner en valor los ejes estratégicos y el capital humano necesario para llevar dichos proyectos acabo. Para ello pensar en gobernar la ciudad en vez de administrarla es esencial, de lo contrario tendremos como hasta hoy un trayecto mediocre y sin avances sustantivos.

Tenemos un sueño, un futuro, y de nosotros depende avanzar hacia el objetivo. Alto Hospicio pasará a convertirse en la primera ciudad sustentable de nuestro país, ese será nuestro compromiso.

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